𝘽𝙖𝙗𝙮 𝙜𝙞𝙧𝙡 | 𝙔𝙤𝙤𝙣𝙜𝙞

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Narra Heejin:

Los gritos y los insultos no dejaban de ser un problema en la cocina, dándome una mala posición en el ambiente laboral, sentía que en cualquiera momento mi corazón iba a estallar de la irá.

-¡RESPONDE!

-¡SI! escuché la conversación que tenías con el dueño del local, ji-ah ¿Contenta?

-Eres una perra chismosa, así que sabes que estás muerta

-O la muerte te llamará a tí...~

-¿Qué?

Me quitaría los guantes de goma para no tardar mucho en abofetearla y tirarla al suelo, mientras escuchaba a las demás hacer un gran escándalo, sus golpes no me lastimaban y mucho menos lograban detener a los míos, hasta que los brazos de alguien fuerte nos separaron, sabía que eran del señor Kang y que está vez no iba a ver vuelta atras sobre mi despido.

-Maldita Dong, ¡¿Te volviste loca?! Vas a matar a Ji-ah si la sigues golpeando así

-Voy a matarla si es necesario, para que aprenda las lecciones que su mamá no le dió de pequeña

-Ji-ah, no sabes con quién te estás metiendo

-No eres nadie Ji-ah, ser la amante del señor Kang no te convierte en nadie importante, ahora sí me disculpa, ya perdí demasiado mi tiempo para seguir con cucarachas como todos ustedes

Me quitaría el delantal para aventarselo al señor Kang y subir al segundo piso por mis cosas, mientras seguía con sus murmullo eran demasiado irritantes en todo el local, mientras me cambiaban escucharía los segundos pasos que vendrían detrás de mi y con esto un gran gritó.

-Estupida mocosa, ¡¿Sabes con quién te estás metiendo?!

-No me toque Señor Kang si no quiere terminar como ji-ah

-No te tengo miedo Dong, no eres absolutamente nadie, tus papás son unos drogadictos si se enteran que hiciste un gran problema en mi local, te matarán

-Tengo 19 años Señor Kang, estoy independizada y se lo que estoy haciendo, pero en algo tiene razón, no soy nadie pero si muevo mi dedo en mi teléfono le aseguro que seré la primera chica que reporte sus abusos a sus trabajadores y la miseria que le paga a cada uno, así que lleguemos a un trató...

ஜ☆❀☆ஜ

Escucharía el timbre y con ésto los ruidos de muchos niños, levantaría mi cabeza para buscar con la mirada a Mingug, podía verlo colocar su mochila y arreglar su lonchera, haciendo que una pequeña sonrisa se dibujara, levántame de las bancas y acercándome a él.

-¡Noona! Pensé que no vendrías por mí

-Hoy pasaron muchas cosas Mingug, así que decidí tener el día libre solo para tí

Lo vería reír y ver en esos pequeños ojitos con felicidad pura, tomaría su mochilas para salir de la escuela con una gran tranquilidad.

-Hey Mingug, hoy tengo mucho dinero, así que ¿quieres ir a comer conmigo?

-¿Ganaste la lotería?