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Dos de la tarde me despierto por el calor, me tomo una ducha fría y me voy a encontrarme con mis amigos.
El día está nublado pero no impide que (como todos los días) juguemos al voley.
Debimos jugar por lo menos ocho partidos.

Un amigo me propone meternos al mar, así que me voy, me cambio la ropa por el traje de baño y regreso para meternos.

Cuando salimos comienza a llover, cada segundo llovía más y más fuerte.
Nos agrupamos todos en el pasillo de una casa que se encontraba al lado de la cancha.

Cuando la tormenta se calma, aparecen un par de amigos que faltaban, con mate, galletitas y cartas. Jugamos un rato y cuando me aburrí me fui del otro lado de la casa.
Ahí había más gente; entre ellos él. Me introduzco en la ronda y en la conversación, y aprovecho el momento para hablar con él sobre ayer.
Me da su número de teléfono para que le mande unos videos que tenía de él ebrio y le cuento de que quería ir a comer waffles pero que debido al mal clima tendría que ir al día siguiente.
Lo invito a vaya con nosotros y él acepta.

A la noche me manda un mensaje avisándome que no estaría con nosotros ya que sus padres l habían castigado.

Esa noche me dormí temprano, el clima pedía a gritos dormir y ya que no había nada para hacer eso hice.

31/12Donde viven las historias. Descúbrelo ahora