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El día transcurre de manera normal. A la noche - al igual que todas - hay fogón y vamos. De la nada aparecen ellas, Las Ashleys.
Las llamamos así porque son 5 amigas que llegaron y están todo el tiempo juntas y se parecen a las de la serie Recreo.
Ellas eran amigas de él, pero a pesar de que no las conocía, no me caían. Las odiaba, pero no sabía ni sus nombres.
Como a las dos de la mañana se van y nuestro grupo junto con otros se quedan. Y aparece ella; Josefina.
Se va con él y se lo chapa.
Me prendo fuego. Me enojo, grito; me voy.
Me voy caminando hacia el mar a meter los pied en la orilla y me siguen dos amigas para asegurarse que no haga nada. Y viene él, el mejor amigo que puedo tener a mi lado, la persona más dulce que conozco.
Me preguntan si estoy bien y volvemos, pero cuando los veo no aguanté, no soportaba que les chupara un huevo si yo estaba ahí, así que me voy corriendo al mar. Y él, el más bueno me sigue con miedo de lo que pueda hacer. Me freno, y pienso:
¿Por qué YO tengo que pasar esto?
¿Por qué a mí? ¿Por qué así?
Y no se me puede ocurrir nada mejor que hacer una bola de arena.
Redonda, lisa, perfecta.
Vuelvo y me paro al lado del fuego y se la doy a alguien para que se las tire porque no tengo el valor de hacerlo yo. A propósito o sin querer la tira mal y yo solo me enojo más y más así que vuelvo a hacer otra, esta vez ya no tan perfecta.
Se cae a pedazos, pero alcanzo a lanzársela, y se desata el lío.
Solo conseguí enojo y risas, pero no buenas, se reían de lo patética que me había comportado.
Esa noche hice el papelón de mi vida.

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⏰ Última actualización: Jun 09, 2019 ⏰

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