Año. xxx
El líquido de un gris claro y azulado y las oscuras sombras debajo de sus ojos; los ojos de un hombre de estatura baja que se abrían lentamente.
A pesar de que aún permanecía un poco oscuro, por el rabillo del ojo miraba hacia la ventana que se encontraba a su izquierda, parpadeando un par de veces mientras fruncía el ceño cegado por los pequeños rayos de luz que comenzaban a invadir su habitación y que también se pasaban por su cara, iluminando con tonos amarillos brillantes poco a poco mientras los minutos pasaban.
Cansado por estar durmiendo en la silla de su escritorio, se irguió, sintiendo como sus músculos comenzaban a estirarse haciendo sonidos mientras su huesos se acomodaban por la extraña e incómoda posición en la que se había encontrado durmiendo.
Perturbado por sueños que transformaban en realidad sus inquietudes y que lo habían despertado minutos antes, permaneció inmóvil durante unos minutos sin mirar a la nada, pensando simplemente en las pesadillas y al dolor que lo sometían cada noche. Todavía siendo manipulado por palabras fascinantes qué Erwin le había llenado en su cabeza aquella vez que perdió a sus únicos amigos, no podía evitar sentirse culpable por todas las muertes que tenía que repetir una y otra vez en sus sueños.
Cuan desafortunado era.
Se pasó entonces los dedos por los ojos limpiando todo rastro de lágrima que hubiera salido de él, aun después de que no era un hombre tan sentimental no se permitía llorar tan fácilmente, inclusive si quisiera intentarlo, algo en su cabeza le decía que nada era necesario ahora, así realmente le doliera y sintiera como su corazón se encogía cada vez que miraba a sus compañeros morir... por personas que eran solamente un sucio cadáver, no valía la pena derramar una lagrima- Llorar para eliminar esas emociones tan desagradables pensaba que era injusto, solo por el deseo egoísta de mantenerlos más tiempo a su lado.
Su vista volvió a enfocarse y de repente algo llamó su atención. La habitación estaba impregnada por un intenso aroma, un perfume tan dulce qué, encima del buró al lado de su cama le recordaba completamente la fecha que había estado manteniendo grabado en su memoria por los últimos días, la fecha que había marcado en una hoja de papel que se encontraba justo en un lugar del cajón de su escritorio. Era el día, y aunque fuera solo un poco, eso llenó su corazón de alegría, lo suficiente para poder tomar fuerzas y levantarse de su silla para ir hacia su closet y tomar un cambio de ropa limpia.
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–Ah, Levi espera.... ¿Te estás yendo ya?
No respondió, ni siquiera se molestó en girar su cabeza hacia la voz familiar de la mujer que lo había llamado.
Su día ya estaba siendo asqueroso desde el inicio y no deseaba que una maloliente, apestosa cuatro ojos de mierda lo arruinara aun más. Solo deseaba llegar lo más pronto posible hacia el lugar al que se dirigía con tanto entusiasmo.
–Oye espera.... – Volvió a repetir, mas el hombre no había detenido sus pasos – ¡Levi, espera! Ya sé que tienes prisa porque hoy empieza tu día libre, pero Erwin necesita que le hagas un favor...
–Molestas... ¿qué es lo que quiere? – respondió con total amargura. Deteniéndose.
Hanji sonrió.
–Mira, Erwin tiene una reservación en un restaurante para una reunión con los altos mandos... y al parecer hubo un problema donde todo se canceló... – antes de continuar llevó una de sus manos a su cabeza, rascando entre el cabello su cráneo por la picazón que le causaba al no haberse bañado por un par de días. Algo que le desagradó a Levi pues se alejó un paso de ella, mirándola con asco. –...Y ahora no tiene tiempo ni yo de cancelar la reservación. Me dijo que si podías pasar por ahí o igual podías aprovechar para ir y comer algo que desees. Él lo pagará.
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Only one essence
Romance[Levi x Lectora] [Lemon] La habitación estaba impregnada por un intenso aroma, un perfume tan dulce qué, encima del buró al lado de su cama le recordaba completamente la fecha que había estado manteniendo grabado en su memoria por los últimos días. ...