2; Sans y Papyrus

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Narradora

Tu ya habías terminado con lo tuyo, así que decidiste ir a comer el pie que había preparado Toriel.

Saliste de tu habitación con una bolsa en las manos dirigiéndote a la cocina, al llegar, Toriel pregunto por la bolsa.

—¿Y esa bolsa mi niña?.


—Es lo de antes, mi basura ya estaba llena así que la traje aquí para tirarla.

Le entregaste la bolsa a Toriel y ella la recibió para poder ir a tirarla. Te sentaste al lado del esqueleto mayor para luego tomar una rebanada de pie y comerla.

—Bueno mis niños, los llamé aquí para decirles algo importante.

—Wowie... ¿Y que es?.

—Es sobre ustedes niños, sus nombres.

—Oh, ¿Y cuáles son?, Si se puede saber.

—Bueno, con el Rey investigamos sobre sus placas y puede ser que "S" y "P" pueden ser de su letra, por como escriben, así que 1 S, es Sans, y 2 P tu nombre es Papyrus.

—Sans y Papyrus... Les quedan bien.

Dijiste al terminar tu trozo de pie sabor ________.

—¿Eso crees _____?

Toriel te sonríe.

—Por supuesto, Sans es el perezoso y Paps el enérgico.

—¡Oye!, No soy perezoso.

—¡Wowie, soy enérgico!... ¿Que es eso?...

Papyrus fue ignorado por una pequeña pelea entre tu y Sans.

—Si lo eres, te pasas todo el día en el sillón de Toriel durmiendo o tirado en algún lugar, Durmiendo.

—Por lo menos no escondo algo todo el tiempo como tú, ¿que escondes bajo esa capa?.

—Mis niños no peleen, por favor.

—¡No te lo diría ni en un millón de años!, ¡Huesos flojos!.

—¡Sans huesos flojos!.

—No digas eso hermano, no lo soy.

Tú enojada sales de la sala bajando las escaleras directo a Snowdin.

—Mi niña, ¿a donde vas?.

—Voy a estirarme afuera, no me busques, estaré por lo alto.

Sans y Papyrus escucharon lo último. Al irse Toriel suspiró y de la sala sales los hermanos.

—¿Como que estará por lo alto, Tori?.

—¿Tiene alas o algo, mama?...

Toriel se paralizó por las palabras que dijo el pequeño Papyrus.

—Me llamaste "mama"... — una pequeña lágrima caía por su mejilla, se la limpia rápidamente. —Y no, ella solo tiene un lugar especial a donde siempre va.

A Toriel se le notaban unas pequeñas gotas que bajaban por su frente.

—Oh, esta bien, ¿y nosotros podemos salir con ella?

—Aun no Papyrus, ustedes están aquí hace poco tiempo, y ella esta mas que ustedes y conoce mas las cosas. Así que Sans-

Al darse vuelta ya no estaba.

—¿¡Sans!?.

Con el esqueleto mayor.

El ya estaba en frente de la puerta para ir a Snowdin, con fuerza la abre y pasa topandose con una ventisca helada recorrer por sus huesos. Pero eso no le impidió seguir.

—¿Como que lugar especial?, Eh si claro... No pensé que haría tanto frío...

Pensó al final.

Al levantar la vista divisó una capa color negro, entrar al bosque, eras tú. Sans te siguió a distancia para que no te enterarás de que alguien te estaba siguiendo.

El tenía curiosidad de lo que escondias.

Tu paraste en seco frente a un árbol que parecía tener rasguños de algún monstruo. Sans te seguía mirando atentamente.

—¡Maldito esqueleto!, ¡Ahg!..

Empezaste a rasguñar el árbol que tenias en frente.

Sans no podía creer que una simple humana hubiera hecho eso arañazos en el árbol.

—Ahg, tengo que tranquilizarme o se me caerán las plumas.

—¿Plumas?, Que yo sepa los humanos no pueden tener plumas...

Pensó Sans.

—Mejor me estiraré.

Empezaste a desprender los botones de tu capa, cuando estabas a punto de sacartela una fuerte ventisca helada hace que tu capa salga volando hasta el árbol donde estaba el esqueleto.

Él no sabía que hacer, si se iba lo verías, si se quedaba quieto lo verías. Miro a todos lados buscando otro escondite, una roca... Se acercó sin que lo vieras mientras tu tomabas tu capa y la colgadas en una rama de un árbol.

El esqueleto que te miraba desde aquella roca esta en shock.

Tu estirabas tu cuerpo y tus alas con gusto de poder estar tranquila. Pero un estornudo llama tu atención poniéndote en guardia mirando en todas direcciones.

Otro estornudo. Esta vez fíjate la vista en una roca que había cerca.

Te acercaste lentamente en posible ataque, saltaste la roca para empezar a atacar, pero una voz te llama la atención.

—¡_____, soy yo!, ¡No me hagas nada!.

—Espera, ¿¡Sans!?— rápidamente escondite tus alas como pudiste, pero ya era tarde, el esqueleto ya las había visto. —¿Que haces aquí?, ¿viniste afuera así?.

Señalaste su ropa, traía un pantalón marrón y una polera de lana, nada mas.

—Eh, s-si... ¡Achu!.

—Hay... Levante y sigue me .

Sans se levantó y te hizo caso sin rechistar. Tomaste tu capa y se la pusiste a el abrochando los botones, tenia capucha así que se la pusiste. También te quitaste los zapatos dándoselos a él.

—Pero... ¿Y tu?...

—Yo ya estoy acostumbrada a andar descalza por lo frío.

—¿Y la capa?.

—Yo tengo estas...

Abriste tus alas, en eso escuchas otro estornudo del esqueleto.

—Tonto, todavía no estas acostumbrado al frío se las ruinas y vienes aquí afuera con solo dos cosas.

—L-lo siento... ¡Achu!.

Tu abrazaste a Sans por la espalda y lo cubrirte con tus alas.

—Dime algo... — el te miró con un leve sonrojo azul —¿me tienes miedo?...

Él se quedo viéndote por unos segundos hasta decir algo.

—No... Después de todo eres un monstruo, como yo, mi hermano, y Toriel.

Sonreiste por su respuesta y revolviste la capucha de la capa como si fuera tu hermano pequeño a pesar de tener la misma edad.

—Vamos a casa huesos flojos.

—No me llames así, pajarraco.

Ambos rieron y empezaron a caminar saliendo del bosque, antes de salir del todo tu te fíjate si había alguien, no había nadie, salieron tranquilamente hasta llegar a la puerta de mas ruinas, enteros y cerraron la puerta para que nadie del otro lado pasara.

Caminaron unos cuantos minutos hasta por fin llegar a las escaleras de la casa. 

⿻ꦿꪳ⃡⃟ғᴏʀ ʏᴏᴜ【Classic!Sans x Lectora】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora