Parte 3 ♡

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Sekai:

Los días pasaban si mayor interés, Jimin había cambiado de asiento y me había ignorado todas las veces que había sido posible. Sin embargo no había desistido en hablarle.

-Jimin!- Camine hasta su casillero y lo encontré de espaldas.

-Oh por Dios! Ya basta, no te he dejado claro que no me interesa estar cerca de ti ni hablarte?- Dijo un tanto irritado.

Jimin:

Había sido cruel al decirle aquellas palabras pero ya estaba bastante enfadado como para ser educado. Me desconcertó que ella solo sonrió, como siempre que era grosero con ella.

-Por qué siempre sonríes?- Pregunté viéndola a los ojos.

-Por qué no debería hacerlo?- Reí de manera amarga.

-La vida no es el cuento de hadas que tu crees.- Ella me miró con algo de confusión.

-No se quien apago tu sonrisa pero yo haré que se vuelva a iluminar.- Sentí sus palabras chocar contra mi pecho y mis ojos comenzaron a arder.

-Por qué haces esto? He sido la peor persona que has conocido y aún así vienes hasta mi para seguir sonriendo.- Cerré el casillero y comencé a caminar, salí del colegio y me dirigí a un pequeño bosque que se encontraba cerca, en el había un hermoso lago y un puente lo atravesaba, me quedé a mitad de este viendo como los pequeños copos de nieve chocaban con el agua que se encontraba casi congelada y desaparecían.

-Puedo contestarte?- Suspire y la mire caminar hacia mí.

-Hazlo por favor, no entiendo como puedes ser tan feliz y no entiendo por qué siempre estás detrás de mi.- Recargue mi espalda en el pequeño puente.

-Tus ojos.- Abri los ojos como platos y la mire confundido.

-Que tienen mis ojos?- Ella se acercó un poco más.

-Demuestran que estas triste y no me gusta ver a las personas sufrir.- Se paro frente a mi.- No se nada de tu vida Jimin, eso está claro pero...- Se quedó en silencio unos segundos.- A pesar de todo debes ser feliz, es el sentido de vivir.- Sus mejillas estaban rojas y su mirada se encontraba en sus zapatos.

-No puedo hacer e...- De un momento a otro senti sus brazos rodear mi cintura y senti su respiración en el pecho, intente alejarme pero algo dentro de mi me detuvo.

-Dejame ayudarte, por favor.- Me quedé helado, no sabía que decir, baje la mirada hasta ella y vi como los copos de nieve se acomodaban entre su cabello como si fueran pequeños adornos. Poco a poco acomode mis brazos alrededor de ella y coloque mi rostro en su hombro, sentí como poco a poco las lágrimas salían de mis ojos y ella solo apretó más mi cuerpo.- Yo te ayudaré a sonreír.- Me sentía como un niño pequeño al lado de ella, tan desprotegido.

Sekai:

Nos quedamos ahí abrazados durante unos minutos, Jimin lloraba en mi hombro y yo no sabía que decir gracias a que un nudo se había posicionado en mi garganta y me impedía decir cualquier cosa.

-Perdón Sekai, no ha sido fácil para mí estar aquí.- Se separó poco a poco de mi y miré sus ojitos hinchados por tanto llorar, saqué un pequeño pañuelo de mi mochila y las limpié.

-No te preocupes Jimin, entiendo.- Le dediqué una sonrisa y el sonrió a medias, volví a abrazarlo.- Tienes una hermosa sonrisa.- El se ruborizó al instante y giró su rostro en otra dirección.

-Y bien? Irás a casa? Ya es tarde, está nevando y no tienes un gorro.- Yo solo asenti y comenzamos a caminar a casa, ninguno de los dos decía nada pero estaba bien.- Bien, hasta luego Sekai.- Se despidió antes de entrar a su casa sin darme tiempo para despedirme yo.

-Hasta luego Jiminie.- Sonrei en dirección a la puerta y seguí hasta casa.

Jimin:

Desperté un poco tarde el día siguiente, había olvidado activar mi alarma así que entré a la ducha, me alisté y salí casi corriendo para no llegar tarde a la primer clase, al dar la vuelta en la esquina me encontré con la hermana pequeña de Sekai, ella me miró con confusión.

-Oye chico.- Se detuvo a mi lado.- No deberías ir con mochila los domingos, nadie lo hace.- Soltó una pequeña risita y puedo jurar que mi rostro casi caía hasta el suelo por la vergüenza. Había olvidado también que era domingo.

-Es domingo?- Ella asintió.- Oh demonios, soy un torpe.- Suspire un tanto aliviado y vi como la pequeña siguió caminando mientras reía con una pesada bolsa en sus manos.

-Hasta luego, chico.- Apenas podía avanzar por lo pesada que era esta.

-Emm... como te llamas?- Ella se giró hacia mí.

-Fujimoto Misaki.- Dijo con una pequeña sonrisa.

-Misa, puedo decirte así verdad?- Ella solo asintió.- Quieres que te ayude con eso?- Señalé la bolsa y de inmediato asintió.

-Si, por favor.- Comenzamos a caminar y antes de entrar a su casa la puerta se abrió, era Sekai.

-Alcanzaré a Misaki en el centro comercial, no tardo.- Giro hacia nosotros y pego un gritillo por el susto.- Jimin, acaso acompañaste a Misa?- Me miró atentamente y sonrió.

-La encontré justo a la vuelta, yo iba...- Trate de esconder la mochila.

-Él iba en dirección a la escuela, Onee-chan.- Solo me di un golpe en la frente y asentí.

-Olvide que era domingo.- Dije apenas en un susurro.

-No te preocupes Jiminie. Quédate a desayunar por favor.- Me quedé sorprendido al escucharla, ella no sabía que los chicos me decían así.

-Jiminie?- Pregunté.

-Lo siento, ayer cuando volvíamos a casa se me ocurrió.- Yo solo sonreí a medias.- Entonces te quedas?

-No, yo no quiero mo...- De pronto una mujer parecida a Sekai se asomó por la puerta.

-Tu debes ser Park Jimin, el vecino, pasa a desayunar por favor.- Sin más que decir entre a aquella casa.

-Tiene una casa muy linda señora Fujimoto.- Dije cortésmente, aunque no era una mentira, era una casa muy ordenada, con decoraciones suaves que la hacían lucir muy linda.

-Gracias Jimin, tu madre dijo lo mismo la primera vez que vino, es un halago para nosotras.- Dijo sonriendo, al parecer toda la familia era igual, no paraban de sonreír ni un minuto, así será también su papá?

-Mi madre ha venido?- La señora Fujimoto asintió.

-Viene por las tardes a tomar el té, es una buena distracción para ambas.- Escuché como su tono cambiaba y se volvía un poco serio.

-Entiendo.- Dije rápidamente.- Les agradezco la invitación pero no quiero ser una molestia.

-No te preocupes Jimin, no lo eres, ven, vamos a sentarnos.- Dijo Sekai tomando mi mano, me sonroje al instante. Después de desayunar me despedí de ellas y volví a casa.

-Por qué molestas a las vecinas?- Dije adentrandome a la cocina, mi madre estaba ahí.

-Vamos Minie, solo quiero distraerme un poco.- Caminó hasta mi y colocó su mano en mi hombro, de inmediato me quité de ahí.

-En Corea tienes toda la distracción que necesitas.- Dije serio.

-No voy a volver a Corea, te lo dije.- Dijo de mala manera.

-Pues yo sí, apenas pueda irme tomaré el primer vuelo y volveré a donde debo estar.- Salí de la cocina pero alcancé a escuchar lo último que dijo.

-Quisiera que entendieras por una vez en tu vida hijo.- Solte un suspiro y subí a mi habitación.

-Yo también quisiera entender.- Dije tirándome sobre la cama.- Quisiera entender por qué mi vida es así...
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Contrario a nuestras sospechas... nuestro Jiminie no ha cambiado ni un poco :'o

Que les pareció? :3

Espero que lo disfruten ♡

Las amo ♡

•Crystal Snow• Park Jimin ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora