La vida de una inmigrante

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Como Jennifer solamente tenía 9 años ella sabía que aunque iba a ser un cambio drástico en Panamá tendría más oportunidades y que los amigos los podía volver hacer. Mientras los meses pasaba la mamá y el padrastro empezaron a trabajar pero el dinero que ganaban solamente les daba para comer y tener una casa. Después de un tiempo se dieron cuenta que este país no era el adecuado porque nuca iban a salir adelante. Su mamá llamó a unos amigos de ella que vivían en Miami, Florida a preguntarle que como era la vida allá. El le dijo que no era una vida muy fácil para los inmigrantes pero qué hay ayudas del gobiernos el cual podía ayudarlo a obtener residencia y que este país era el país de las oportunidades para sus hijos. La mamá sin pensarlo dos veces decidió vender todas las cosas que tenían para tener dinero y brincar frontera por frontera hasta llegar a Estados Unidos y aunque ella sabía que brincar las fronteras era peligroso como para ella y para sus hijos ella quería una vida mejor y fue lo que hizo vendió todo y al día siguiente acomodó todo y empezó su viaje. Todos empezaron a brincar cada una de las fronteras y gracias a Dios no les pasó nada come les suele pasar a otras personas.