S & C six

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¿Cómo una persona tan fría y arrogante puede volverse tu amor platónico? Justamente esto era lo que sucedía con Jimin, no podía explicarse a sí mismo el por qué de todo eso. Algo que lo dejó completamente fuera de sí, fue ese esplendido beso que tuvo con el pelinegro. Por primera vez había logrado juntar sus labios con los de él, pudo saborear su dulce gusto. Y sobre todo traspasó esa barrera que tenía con el pelinegro, pero lo desconcertante fue qué Jungkook fue quién tuvo la iniciativa de hacerlo.

Jimin no sé explicaba por qué lo había besado, pero lo excitaba recordar tan irónico momento. Y para su gusto hubiese querido qué ese beso fuera eterno, deseaba tener aquellos dulces labios con los suyos nuevamente. Probarlos otra vez, sentir aquel placer. Lo qué sí no puede explicarse por nada del mundo, es por qué JungKook le había dicho que era suyo. Era cómo si afirmara tal cosa sin problema alguno. Era tan difícil poder encontrar una respuesta lógica a esta situación, podría decirse qué era como un acertijo, una adivinanza o un muy complejo rompecabezas. 

El pequeño castaño sabía a la perfección cuan posesivo podía llegar a ser JungKook, ese pelinegro que lograba sacar cada uno de sus suspiros presentes. Era algo extraordinario el saber cuantas reacciones podía causar en Jimin, cuando miraba aquellos ojos no podía evitar perderse en aquel color tan oscuro y profundo. Aquellos ojos que transmiten seguridad, llenos de adrenalina y confianza en sí mismo. Sí bien es cierto son como dos polos opuestos diferentes en todo sentido, pero también son simplemente unos mortales que fácilmente pueden caer en la tentación, lujuria y por sobre todo el pecado.  

Jimin completamente desconcertado sobre lo que había pasado unos minutos atrás no podía pensar del todo bien. Recordar ese momento lo hace suspirar, también siente sus mejillas arder que de seguro han tornado a un color rojizo. Paseaba tranquilamente por aquellas calles tan coloridas de Seúl admirando toda la belleza que esta podía ofrecerle, observaba como las hojas de los árboles se movían de lado a lado creando una refrescante brisa. Caminaba con las manos en sus bolsillos mientras que en su espalda llevaba aquella pesada mochila, con el fin de poder llegar a aquel acogedor apartamento al cual llamaba "Hogar".

Definitivamente quería olvidar por un insignificante momento aquel acalorado y tan apasionante beso que el pelinegro logró depositar en él. Pero era imposible, este Flashback venía a él una y otra vez sin parar. Sin embargo lo que no podía sacarse de la cabeza eran aquellas palabras que le dijo el pelinegro con tanta seguridad "Eres mío" estas palabras estaban grabadas en la mente de Jimin, las recordaba a la perfección. Recordaba su piel erizarse al escuchar esa voz tan profunda que tiene el pelinegro, recordaba su corazón palpitar más rápido de lo normal debido a su cercanía con él, podía recordar el sabor exquisito de sus labios esa sensación tan placentera. Simplemente era algo inexplicable.

Ya faltaba poco para llegar al apartamento y Jimin había perdido la noción del tiempo recordando eso beso. Olvidó por completo que debía ir a trabajar apresuró su paso para así llegar más rápido y no llegar tarde. Por fin ya estaba fuera del apartamento por lo que rápidamente se adentró en el y hacer todo velozmente. Sabía que se quedaría en casa de TaeHyung por lo que empacó un pijama, su cepillo de dientes y todo lo que fuera necesario. Listo ya todo estaba en orden, ahora tenía que apresurarse para llegar a la cafetería Moonlight.

Esta vez el camino fue más corto ya que Jimin fue con el paso un poco acelerado, solo esperaba no llegar tarde. O sino estaría siendo despedido EL PRIMER DÍA.

<< Increíble Jimin , eso te pasa por andar de distraído >> Esto era lo que se decía el castaño para si mismo.

Finalmente Jimin ya se encontraba en la cafetería lo único que deseaba era no haber llegado tarde. Con desespero con su mirada buscó el típico reloj que se encontraba en las cafeterías y así fue lo encontró y para su suerte aún faltaban cinco minutos para que empezara su turno. Dio un gran y necesitado suspiro para luego dirigirse al baño y poder limpiarse un poco aquellas gotas de sudor que recorrían su rostro. Abrió el grifo y el agua empezó a salir, tomó un poco entre sus manos y se enjuago la cara con ella, al terminar tomó un poco de papel y se limpió los restos de agua. 

Smoke & Cigarettes -- KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora