La carta que nunca se envió

56 9 0
                                    


Jennifer.

Hoy luego de seis meses en Berlín he vuelto a mi departamento.

Cuando vi el sobre en el suelo mi corazón se aceleró tanto, tal vez casi tanto como cuando ya sabes... el día que dijiste que sí querías casarte conmigo. Ha pasado tanto desde aquello.

Te equivocaste, aún duele pensar en ello, aún duele recordarte, aún me duele recordar tu voz. Maldición, te extraño tanto.

No entiendo por qué te extraño si tú pudiste dejarme ir tan rápido ¿Es que acaso tengo que sufrir más por haber sido yo quien te alejó? Me parece justo, pero me asfixia.

Dicen que escribir a media noche es lo peor que se puede hacer, ahora entiendo a lo que se refiere la gente al decir eso. Me duele el pecho y casi no puedo respirar. Estoy llorando, joder. Estoy llorando sobre una maldita hoja que contiene en ella todo lo que nunca podrás saber, todo lo que nunca te pude decir.

Me reparaste Jen, en serio lo hiciste. Hiciste que alguien como yo se enamore en serio por una vez en su vida.

Jen, respetaré tu desicion, siempre lo hice y siempre lo haré. Sí piensas que ya es hora de que cierre esto, lo haré. Lo que no puedes pedirme es que deje de extrañarte, porque no puedo. Sabes que no puedo, linda. Lo intento. Pero sólo hace falta que vea algo que me traiga de vuelta tu recuerdo para que caiga otra vez.

Duele tanto. Lo tenía todo contigo ¿Qué estaba pensado cuando te dije que te fueras? ¿Cómo pude hacerlo? ¿Por qué te fuiste? Sabes que soy un impulsivo que no piensa bien las cosas.

Jennifer te necesito. No es normal que ya pasara un año y que no me atreva a intentarlo con nadie por miedo a no ser suficiente ¿Qué me hiciste, amor?

Quiero pensar que estoy mejor pero si sólo una carta tuya puede hacerme volver a caer...

Ni siquiera te pude decir adiós, ni antes ni ahora.

Con amor,
El idiota que no supo valorarte.

Cartas a un amor fallidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora