Está es la historia de Jane Miller, ella es una persona común, una más del resto, su vida es aburrida como cualquier otra, vive con su padre, Jhon Miller y sus dos hermanos gemelos, Lukas Miller y Tomas Miller. Un día salió comúnmente a la mañana pa...
Suena mi alarma de las 05:30 am, lo sé, es verano y yo me levanto temprano mientras podría seguir durmiendo, pero es que tranquilamente podría seguir durmiendo, pero luego me siento culpable por dormir toda la mañana mientras pude haber estado haciendo miles de cosas productivas y divertidas, además dije que iba a empezar una rutina de ejercicio mañanera sana y productiva.
Me levanto de mi cama con los ojos medio cerrados todavía, me dirijo al baño, me lavo la cara con agua helada, hago mis necesidades, cepillo mis dientes y me hago una coleta alta. Vuelvo a mi habitación y cojo el conjunto de ropa que había dejado preparada la noche anterior arriba de mi escritorio.
Consta básicamente de un top deportivo, con un short pegado al cuerpo también deportivo y mis zapatillas de correr Adidas comunes negras.
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Bajo a trotes las escaleras hasta la cocina y me preparo mi agua con frutas para tomar ahora y un par de frutillas, mientas miro mis redes sociales, como les dije anteriormente no como mucho antes de salir a correr porque no quiero terminar en medio de la calle descompuesta, así que no como mucho y después cuando vuelvo me baño y desayuno como se debe.
Miro la hora de mi celular y ya son las 06:00 am, así que lavo todo lo que use rápidamente y salgo de casa con solo mis celular y mis auriculares en mano, cuando voy saliendo veo que tengo los cordones desatados y me agacho a atarlos, no quiero terminar con media cara en el pavimento.
-Ey, ¿Te puedo hacer compañía?-levanto la mirada y veo a mi vecino Matt, con una cara de muerto viviente y una camiseta floja junto con un pantalón de hacer ejercicio.
me incorporo y lo evalúo de pies a cabeza y sonrío.
-¿Sales a correr?-le pregunto acercándome a el y depositando un beso en su mejilla a modo de saludo.
-Eres una buena motivadora. Esta mañana me desperté y dije, "¿Por que no tener una vida sana como mi vecina?"- lo miro con una ceja levantada y asiento.
-Genial, claro que puedes acompañarme, primero hay que estirar para no lesionarnos. Los huesos están un poco "dormidos" por así decirlo y necesitamos calentarlos un poco- hacemos unos cuantos calentamientos fáciles y rápidos- si en algún momento mi paso se te hace muy rápido dime y bajo la velocidad- me sonríe con suficiencia y yo frunzo el ceño.
-Creo que te podre seguir el paso tranquilamente- dice y asiento estando de acuerdo con el.
◇ ◇ ◇
-Espera... espera por favor- me dice Matt en un jadeo y casi tirándose en el césped.
-Ya llegamos- le digo mirándolo con el ceño fruncido- estas justo al frente de tu casa- le comento y el levanta apenas la cabeza y se desploma en el césped a peso muerto- corro a su lado rápidamente preocupada por lo que le pudiera pasar.
-¡Matt!- chillo y me coloco en el lado donde se encuentra su cara. tiene los ojos cerrados y una mini sonrisa de satisfacción en los labios.
-Cuanto necesitaba esto, dice en un susurro. Nunca mas salgo a correr a la mañana contigo, a caminar si, pero a correr no. No sirvo para esto- dice y abre sus ojos.
