Está es la historia de Jane Miller, ella es una persona común, una más del resto, su vida es aburrida como cualquier otra, vive con su padre, Jhon Miller y sus dos hermanos gemelos, Lukas Miller y Tomas Miller. Un día salió comúnmente a la mañana pa...
Me levanto rápidamente y me posiciono al lado del chico, me acunclillo y lo miro. No puedo ver su cara, porque la tiene enterrada en el césped.
-Hola...- lo toco y no se mueve- ¿Estas vivo?- palmeo su cabeza, nada- mierda, lo maté, iré a la cárcel con 16 años de edad- me tapó la cara con las manos.
Estoy apunto de largarme a llorar, cuando escucho una pequeña risa, bastante sexy y ronca, hago un rendija con mis dedos para ver y me encuentro con unos ojos azules, casi grises mirándome detenidamente.
-Estoy bien, quizás con la nariz rota, pero no irás a la cárcel por eso- vuelve a reír.
La cólera no tarda en llegar a mi cuerpo y quito totalmente mis manos de mi cara.
-Eres idiota- lo empujó- casi muero de un infarto- ríe agraciado por este momento- ¿Te parece gracioso?- bufo y sin esperar respuesta me levanto del césped.
- No, espera. ¿A Donde vas?- me alcanza antes de que llegue al jardín de mi casa y se posiciona delante de mi- No te enojes, por favor. A veces soy bastante idiota y no pienso en lo que hago. No me hagas caso y Perdóname por favor. Me llamo Matt, Matt Masón y tu eres...
Este es el momento en donde me detengo y lo evaluó bien de pies a cabeza. Es un chico bastante guapo, alto, cabello marrón oscuro y despeinado, ojos bastantes curiosos y lindos, lleva un jean negro común, con una remera de franela blanca ceñida al cuerpo, que debo admitir le queda de muerte y obvio no puedo dejar de lado su hermosa sonrisa.
-Soy Jane, Jane Miller- digo un poco más calmada y extiendo mi mano para estrecharla con la suya.
El no tarda en tomarla y un cosquilleo atraviesa mi mano y se extiende a lo largo de mi brazo, quito rápidamente mi mano de la suya y frunzo el ceño.
-Un placer conocerte Jane, soy nuevo en este barrio. Hoy mi familia y yo llegamos a este lugar, bueno en realidad hasta ahora llegue yo, falta que llegue mi familia. Es un hermoso lugar- quito el ceño de mi cara y sonrió.
- Si, lo se, yo vivo en esta casa- señaló mi casa y Matt mira para el costado para verla- estoy solo a unos pasos de la tuya, eso nos convierte en vecinos- río y Matt también- y sobre Santa Mónica no dudo que no les guste, es un lugar precioso y turístico- sonríe y sus ojos se achinan un poco.
- Esto sonará raro, pero...¿ Dónde está ubicada tu habitación?- frunzo el ceño y ladeo la cabeza, si que eso suena extraño.
-Es esa de ahí- señaló la habitación del lado izquierdo, en donde tiene una ventana que da justo para la casa vecina y otra ventana que da para la calle junto con un balcón.
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Matt sonríe como un niño pequeño el cuál encontró los dulces que su madre había escondido de él.
- Me preguntaba si...- se rasca la nuca y levanto una ceja curiosa por lo que va a decir- ¿Quisieras y puedes está tarde darme un Tour por Santa Mónica?- termina de formular la pregunta y guarda sus manos en los bolsillos delanteros de su jeans.
