Prólogo

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Algunas veces, de pequeño, piensas que nunca te podrías separar de tu mejor amigo... Pero no un mejor amigo cualquiera. Es ese mejor amigo que sólo te tiene a ti y viceversa. No hay más gente al rededor, sólo está él cuidándote, en sus brazos, sin frío, todo perfecto. Solo tú, y él, y más niños y niñas sin padres. Pero, ellos da igual, ellos no son como él, jamás podríamos comparar a niños comunes a él. Pero, un día, te separan de él. Ya no hay vuelta atrás y no podrás verle jamás. Le dices: ‘te quiero, nunca te olvidaré' y él igual. Un fuerte abrazo que nunca se volverá a repetir. El mejor abrazo, el que nunca se olvidará... Pero, claro, al fin y al cabo, siempre terminas de llorar y terminas olvidándote de él. Pero no, no siempre tiene porque ser así...

El OrfanatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora