Capítulo #2

48 8 2
                                    

-¿En serio Leah?-preguntó al borde de las lágrimas de emoción-esto no será una broma, ¿no?

-No Harry, no-dije manteniendo la sonrisa y ya se podía decir que estaba llorando-soy yo de verdad.

Harry se levantó de su silla y me levantó a mi de la mía. Me abrazó tan fuerte que creía que sería mi último abrazo.

Salimos juntos de la cafetería, la gente nos comenzaba a mirar raro.

No teníamos pensado ir a ningún lugar, así que dimos un paseo sin rumbo por la ciudad.

-No me puedo creer que seas tú-dijo, todavía tan asombrado como yo.

-Ni yo-sonreí.

Harry estaba tan distinto. Habían pasado muchos años, muchos años preguntándome dónde estaría ese niño que siempre estaba sonriendo. Llevaba sus hoyuelos de aquí para allá acompañados de sus ojos esmeralda. Ahora tenía el pelo más largo, castaño, tenía el cuerpo muy trabajado y estaba lleno de tatuajes, ¿dónde había quedado aquel niño inocente de cinco años que corría desnudo por los pasillos del orfanato? Harry era tan fuerte. Ninguno de los niños de aquel sitio era consciente de lo que sucedía, de lo que a ellos les estaba sucediendo, pero aún así no estaban felices.

Pero Harry... Harry era la excepción de la regla.

El recuerdo de Harry correteando desnudo, con las cuidadoras corriendo detrás de él invadió mi mente y no pude evitar reírme.

-¿De qué te ríes?-me preguntó.

-Acabo de recordar, cuando te escapabas de tu habitación y salías a correr desnudo a los pasillos con las cuidadoras detrás de ti intentando alcanzarte-reí.

-Vaya-rió sorprendido-¿te acuerdas de eso? Qué corte-, río un poco tímido.

Me fijé en su sonrisa. Seguía con esos hoyuelos tan característicos de él. En el fondo seguía siendo el niño de cinco años que amaba exhibirse.

-Leah-me llamó sorprendido-¿y ese anillo?

Cierto. En el dedo anular de mi mano derecha llevaba un anillo con un enorme diamante en el centro.

-Me voy a casar-dije, feliz supongo.

-No suenas muy convencida-parecía que Harry me conocía de toda la vida.

-Bueno... Quiero mucho a Chris, pero creo que vamos muy rápido. Parece que él no se fía de mí, parece como si quisiese encerrarme en una jaula de la que nunca me dejaría salir. Además, este pedrusco pesa un quintal-reí observando la gran piedra de mi anillo.

-Deduzco que Chris es tu novio-comentó a lo que asentí-¿No te gusta el anillo que te dió?

-Oh, no, no me malinterpretes. Estoy muy agradecida de que se haya gastado tando dinero en este anillo, pero prefiero las piedras pequeñas, discretas... Esto es mucho para mí.

-Bueno, las chicas bonitas deben de tener cosas bonitas-sonrió, acompañando a un guiño.

-Supongo...-mustié, aún observando mi anillo.

-Y tu Harry, ¿cómo va tu vida amorosa?

-Soltero-rió-esperando a la chica adecuada.

-¿En serio? No me digas que ninguna de las chicas que están babeando por ti te vale.

-Tampoco hay tantas-para nada...-y si que he conocido a un par de chicas pero son todas muy... desagradables, bordes, groseras, bruscas... Creo que ya me entiendes.

-Si, eso creo-reí.

-Cambiando de tema, ¿vamos a comer? Tengo hambre

Miré mi reloj. Ya eran casi la una, hora perfecta para comer.

Entramos a una pizzería cercana, muy buena según dice Harry. Estábamos ya sentados en la mesa, hojeando el menú, cuando me llega un mensaje:

"Hola nena, ¿qué harás hoy para comer? Me muero de hambre"

-¿Quién es?-preguntó Harry, viendo que no despegaba la mirada del móvil.

-Chris.

Le contesté enseguida "Hoy como fuera, te las tendrás que apañar tú solito". Odio cuando se pone dominante, como si yo fuese su criada, a veces me siento como si lo fuese. Como si para él solo fuese una criada que lava los paltos, friega, barre y cocina.

-¿Va todo bien?-preguntó Harry. Vaya, ¿tanto se me nota cuando algo no me va bien?

-Nada-mustié-a veces Chris me trata como si fuese su criada... Es muy molesto.

-Tu no te mereces eso.

-Supongo...

Harry abrió la boca para decir algo, pero el camarero llegó, interrumpiéndole para tomarnos nota. Enseguida nos llegó la comida, hoy el restaurante no parecía estar muy lleno.

-¿Supones?-preguntó, sacando el tema de Chris de nuevo, llevaba toda la comida machacando el tema.

-Bueno... No sé... La costumbre de que sea así supongo...

-Pero sin embargo, por otra parte, me quiere mucho y se preocupa por mi. Cuando está conmigo es genial. Le quiero, sí, pero... Ya sabes...-, suspiro, intentado despejar un poco mi mente del tema-, ¿podríamos cambiar de tema, por favor?

-Claro, perdona. No pretendía ser molesto-, sonrió mientras se disculpaba caballerosamente.

Le devolví la sonrisa. Harry es... Increíble...

-Tu sonrisa no ha cambiado nada de nada-, seguía sonriendo, esta vez, más coqueto-. Cuéntame, ¿qué tal con tus padres?

-Son geniales, me encantan-sonrió de nuevo-, les quiero muchísimo. ¿Los tuyos?

-Muy bien también-sonreí-tengo una hermana.

-Yo también-sigue sonriendo-, pero la mía es mayor que yo.

-La mía tiene seis añitos.

Seguimos hablando un poco de esto, y un poco de lo otro. Se hizo bastante tarde y tuvimos que volver a la empresa casi corriendo.

...

-¿Te llevo a casa?-me preguntó Harry. Ya era la hora de irse a casa a descansar.

-No, tranquilo-sonreí-además he traído mi coche y no puedo dejarlo aquí. Pero muchas gracias.

-De nada-sonrió.

Cada uno nos subimos a nuestro coche, que mira por donde, estaban aparcados uno delante del otro. Conduje unos minutos y enseguida me encontraba frente la puerta de mi apartamento, que comparto con Chris, claro.

_________________________

¡Hola :D!

Aquí nuevo capítulo.

Sentimos que sean tan cortos, pero así podemos actualizar más seguido (:-).

Esperamos que est

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 25, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El OrfanatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora