Era otro día normal, series en Netflix y discusiones con mis padres, nada nuevo.
Acaricié a mi perro Dobby, antes de irme a la Universidad. Él es el único amigo que tengo, el que jamás me falló y que siempre me levanta el ánimo los días en los que no tengo ganas ni de respirar, literalmente.
He pensado en el suicidio tantas veces como pude, pero no me atreví, y una de esas pocas razones por las que no lo hice fue por él, mi fiel amigo. Sé que sufriría mucho mi pérdida y nadie más cuidaría de él como lo hago yo. Quizás muchos piensen en que es ridiculo pensar en tu perro para una decisión así, pero de esa manera lo vivo.
Llegué a la universidad y miré a todos lados, buscando entre la gente unos ojos verdes que me habían quedado grabados en la mente por algún motivo.
Y mierda, cuando los encontré deseaba no haberlos visto.
Estaban enfocados en los ojos de otra chica, a la cual sostenía firmemente con sus brazos. Sonreía cálidamente para esa chica.
¿Por qué de repente me siento molesta? ¿Estos son celos? No claro que no son celos... no pueden ser celos si a penas la conozco.
Tampoco puedo sorprenderme, era obvio que una chica tan bella iba a tener pareja. Además de afortunada, esa chica a la que Lauren le sonreía era sexy. Nada comparado conmigo.
Bajo la vista y sigo caminando, intentando olvidar lo que vi.
- Pareces sorprendida. -Dijo una voz masculina.
- ¿Hmm?Era Jason, mi compañero.
Él miró a Lauren y la chica, mostrándome a lo que se refería.
- Jauregui es bastante mujeriega, ten cuidado con eso.
- ¿Qué? No pero yo a penas la conozco, no pasa nada entre nosotras.
- Como digas, Sofia. -Dijo con una sonrisa pícara.
- Vamos Jason, solo hablé una vez con ella, qué podría pasar?
- Pues por cómo la mirabas, yo preguntaría: ¿Qué te gustaría que pase entre ambas? -Dijo aún con su pícara sonrisa en la cara- Vamos, te gustan las chicas, soy gay, y los gays tenemos un gaydar, lo noté así como seguramente lo notaste en mí aunque no sea muy evidente. Y Lauren debo reconocer que es ardiente. -Sus comentarios me hicieron reír.
- Bueno si me gustan las chicas, y si noté lo tuyo, y Lauren es ardiente pero nunca pretendería algo con ella -Me encogí de hombros.
- Solo digo que si buscas algo con ella y solo es sexo está bien, pero ten cuidado con lo sentimental porque ahí vas mal.
- ¿Y tú cómo la conoces tanto?
- Es mi vecina, bueno lo era antes de pertenecer en la hermandad más popular aquí. Sus padres son abogados y ella trabajó un tiempo en tribunales, antes de unirse a la hermandad, claro. Ahora es por decirlo de alguna forma una de las lideres de la hermandad, dicen que la típica líder cruel. Recuerdo que solía aparecer tíos los días por su casa con chicas distintas. Sus relaciones amorosas son breves y es infiel. Hace mucho no la veo con novia formal y dudo que esa rubia lo sea. Lo sé todo.Mierda.
Sofia solo no te enganches.
No me voy a enganchar.
Es decir. Solo me trató bien un día, pensé que por fin podría tener una amiga, solo que resulta que es extremadamente sexy, quisiera tener sexo con ella, pero siendo realista, me enamoro rápido y el amor es una mierda.
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Otra historia de lesbianas
FanfictionSofia, una chica insegura y solitaria que vivió mucho tiempo siguiendo lo que sus padres elegían para ella. Lauren, la chica rebelde y simpática que conoció en la universidad.