John y Elizabeth

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Esto esta inspirado en la frase: creo que es tiempo de olvidarme de tus besos (la vi en instagran).

Bueno espero que la distruten.

La joven Elizabeth estaba en su casa leyendo uno de sus libros favoritos como de costumbre, pero esta vez algo la perturbaba, el recuerdo de aquel joven que ella tanto ama no la deja disfrutar del magnífico libro que tanto ansia terminar.

Elizabeth desesperada por sacarse al joven John de su mente decide salir a tomar aire fresco sin importarle que sea ya de noche. La chica toma un abrigo y al abrir la puerta de su casa un aire frio le pega en la cara provocando que se estremezca y dude por un momento si debería de salir o no.

-Ya que—bufa Elizabeth saliendo de casa.

La chica llega a un parque que está cerca de su casa es grande y hermoso es un lugar donde siempre acuden muchas personas con sus mascotas e hijos. Un recuerdo invade la mente de Elizabeth:

-Amor mira lo que te compre—John saca un algodón de azúcar color rosa que escondía detrás de su espalda, Elizabeth le sonríe con ternura y con tanto amor que logra reflejarse en sus ojos y es que eso es lo que John provoca en ella.

Elizabeth deja caer una lagrima el dolor de haber perdido al amor de su vida aun se siente presente y aunque solo a pasado un mes desde que John se fue ella siente que nunca podrá superar que el joven se allá marchado dejándola sola, ¿acaso él no pensó en el daño que podría hacerle o es que no le importaba? Por lo menos debió dejar una nota diciendo que se iría, pero John solo desapareció sin dejar rastro alguno. Elizabeth tuvo que acudir a su familia para saber que había pasado con el muchacho, pero nadie sabia donde estaba o nadie quiso decirle a donde o porque se había marchado. El joven sin sentimientos solo desapareció dejando a Elizabeth destrozada y preocupada.

Elizabeth mira al cielo con el rostro lleno de lágrimas y pregunta—¿volverás?—y es que la chica de pelo negro aun tiene la esperanza de que el hombre que ama vuelva, le pida perdón y le prometa que no volverá a irse y dejarla sola es tan grande su dolor que lo perdonaría sin pensarlo dos veces porque el joven John nunca le había hecha daño todo lo que sentía hacia Elizabeth era amor o al menos es eso lo que ella cree.

-Creo que ya es tiempo de olvidarme de tus besos—la ironía invade sus labios al pronunciar aquellas palabras y es que ella nunca podría olvidar aquellos labios que la habían hecho tan feliz durante tanto tiempo.

La chica de pelo negro como la noche se levando del bando en que estaba y avanza por un camino de ladrillos rojos y arboles decorados con luces navideñas apenas esta empezando la navidad y para Elizabeth esta ya no tiene sentido.

Un poco mas adelante al frente de Elizabeth se encuentra un chico de pelo castaño y piel banca, es John y Elizabeth lo sabe pues reconocería el amor de su vida en cualquier lado, pero ¿Cómo es posible? ¿Qué hace John aquí y porque no me ha buscado? es lo que se pregunta Elizabeth. La joven se seca las lagrimas y avanza para enfrentarlo, pero de pronto aparece una chica de pelo rubio y se acerca a John con rapidez y alegría como si le emocionara verlo corre hacia él y John se levanta del banco donde se encontraba y la abraza con fuerza Elizabeth aun detrás de él se esconde detrás de un árbol y logra ver como John huele el pelo de la chica como solía hacerlo con ella.

-Que gusto verte—logra escuchar Elizabeth y la voz del chico es idéntica a la de John lo que confirma que es el.

Elizabeth se encuentra con lagrimas en los ojos otra vez y esto le molesta ya que no la dejan ver que hacen con claridad. Tras controlar un poco sus lágrimas Elizabeth vuelve a mirar en dirección de la pareja y su corazón se rompe en mil pedazos al ver como el amor de su vida besa a una extraña, la está besando, y esto se siente como si mil cuchillos atravesasen su pecho.

La joven sale de su escondite y camina por donde había venido, salir de casa fue una mala idea.

-Elizabeth—se escucha al fondo John ha pronunciado su nombre y esto la paraliza por completo—¿qué haces aquí? —pregunta.

La joven se voltea con rabia al escuchar sus palabras ¿Cómo se atreve a decir eso si es él quien se ha marchado?

John se queda paralizado al ver el rostro de su amada llena de lágrimas sus ojos azules como el mar están cristalizados y han llenado su hermoso rostro con ellas.

-¿Porque John?—Grita la chica— ¿cómo te atreves a decir que, qué hago aquí cuando has sido tú el que se ha marchado? ¿Por qué te has ido y me has abandonado? —Grita acercándose al muchacho sin percatarse de ello.

- ¿Qué? —es lo único que logró pronunciar el chico y en sus ojos se logra ver un sentimiento  de confusión no entiende que es lo que está pasando ¿porque Elizabeth dice que él lo abandono?

La chica rubia que estaba con John a desaparecido, pero ninguno se ha dado cuenta de ello.

-Dime John ¿Por qué?

-Tú me lo pediste, Elizabeth—suelta John confundiendo a la joven chica.

-¿De qué hablas?—Pregunta secándose las lágrimas.

-Aquel día, cuando tuviste el accidente, cuando estabas en el hospital yo estaba a tu lado y me dijiste que yo tenia la culpa y que no querías volver a verme nunca más.

Elizabeth lo mira a los ojos—John, juro por mi vida que no te lo decía a ti creí que era marshal quien estaba ahí no tú, jamás te pediría que te fueras de mi vida yo te amo.

John sonríe con todo su esplendor y besa a Elizabeth la besa como no lo había hecho desde que se marcho de su vida. Ambos jóvenes emanan amor un amor verdadero o al menos eso es lo que ellos creen son jóvenes y aun les falta mucho camino por recorrer.

FIN.

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