Prologo

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Como olvidar aquel día en el cual la conocí por parte de un amigo que había reprobado el año, me la presentó y desde ese día se sumó otro problema a mi vida: ¿qué es esto que siento? Lo acepto es atractiva, pero había algo más, la forma de hablar, de cómo se expresa, no lo sé, hay algo más. No le presté mucha atención a lo que sentía ya que siempre fui de sentir algo por alguien y al otro día se desvanecía el sentimiento, siempre pensé que era una virtud. Así fue progresando nuestra amistad, siempre la acompañaba a la casa, claro, no faltaba que mis amigos fueran conmigo, estaba claro que a ellos también les gustaba, pero no le prestaba importancia siempre pensé que yo tenía más oportunidad.

Era necesario llegar a casa y escribirle, así ella se demora 2 horas en responderme, pero había una duda que rondaba en mi cabeza, ¿cuál es la razón por la que no me responde rápido? siempre estaba acostumbrado a que las mujeres escribieran rápido, pero ella no, no le importaba quien era yo, así me dejara en visto el mensaje yo seguía insistiendo, pero no crean que era un loco mandando 10 mensajes por minuto, sólo alcancé a preguntarle qué por qué no me respondía, pero para mí decirle eso era mucho... ¡MUCHO! nunca había insistido tanto por una chica.

cuando pensaba que la conversación iba a surgir pasaba lo esperado, dejarme otra vez en visto, la mayoría de nuestras conversaciones nunca fueron dinámicas siempre eran:

-Hola, ¿cómo estás?

-Bien, y ¿tú?

-Bien gracias, ¿qué has hecho?

-VISTO

Y otras pocas eran hablando sobre unicornios o temas raros, algo que nunca había platicado con otra mujer (pude ser yo mismo). Ya cansado de esperar un mensaje de ella, me acosté sin ganas de dormir por pensar en ella, en ese momento me dije a mí mismo: mañana le hablaré mejor en persona, y se me vino otra vez a la mente la misma pregunta que me había hecho cuando la conocí ¿Qué es esto que siento? Tratando de responder la pregunta dije cosas variadas como: no, sólo debe ser que me gusta, pero después pasará, es una persona diferente por eso insisto tanto en estar con ella; lo último que pensé fue la palabra amor para terminar soñando con sus ojos color café que perfectamente pueden opacar el brillo de una estrella.

Desperté puntual, como siempre en esa época, porque en este momento no podría decir lo mismo.

Desperté con las ansias de poder verla otra vez, entablar una conversación la cual yo quería y tratar de coquetear con las típicas frases de: qué hermosa estás el día de hoy, ya que para mí era tan fácil enamorar a una mujer con frases o acciones.

Pero cuando fui a hablarle no me salían las palabras, pensaba mucho para decirle una frase ¿Qué me pasa? Pensaba tanto que al final no le decía nada y era normal que se aburriera, nos quedamos en un silencio que alcancé a escuchar el aire pasar por su cabello, como lo envidio. Al pasar 5 minutos tomó una expresión pensativa, seria, pero aún así se veía tan hermosa que no quería que terminara ese momento, momento el cual ahora quiero olvidar.

Me dijo que tenía novio, algo que yo ya sabía, pero no me importaba, no podía dejar pasar esa mujer, además ni parecían novios nunca los veía juntos. Mi respuesta a lo que ella me dijo fue:

-Tranquila no soy celoso.

Sí, la frase es tan patética, pero qué importaba, ya la había dicho. Ella se río, pero yo sabía que sólo lo hacía por decir algo. Pasaron dos minutos incómodos para que sonara el timbre y nos dijéramos adiós, y cada uno para su clase correspondiente, me quedé pensando cuál sería mi próximo movimiento, y lo mejor era esperar, no había nada que hacer, me contó sobre su relación, era obvio que me quería dar un mensaje, y no era el típico de "róbame un beso sólo quiero hacerme la difícil" eso sólo pasa en tramas de romance, así que mejor me aparté, traté de seguir normal, ya sólo nos saludábamos de vez en cuando, hablábamos por chat pero como siempre, yo comenzaba la conversación y ella la terminaba, así fue unos meses hasta que me enteré de que había terminado con su novio. Sentí que otra vez volvía la luz y se iba esta oscuridad, y me dije: no tengo tiempo que perder, y cuando estaba todo animado preparando lo que le iba a decir, me dije: ¡espera, espera! no puedes llegarle así de un momento a otro, ya que no nos hemos hablado desde hace unos meses y será muy obvió lo que quiero, así que esperé unas semanas para volverle a hablar y comencé a escribir un nuevo capítulo. 



AdrenalinaWhere stories live. Discover now