Estaré bien [TaeKook // KookTae]

Capítulo 2: Jeon Jungkook

04/ SEP/ 2013. Daegu, Corea del Sur

— ¡Cuidado! —

El grito proveniente de una distancia cercana me hizo girar curioso. Mala idea.

Sucedió en cuestión de segundos. Sin siquiera tener la oportunidad de evitarlo, mi cuerpo había sido golpeado por una bicicleta, para posteriormente ser lanzado al suelo. De espaldas. Con mi uniforme e s c o l a r.

— ¡De verdad, perdón! ¡Juro que intenté detenerme! ¡Perdón, Perdón, Perdón!— Bueno, por una bicicleta y un castaño de cabellos revueltos y mejillas completamente sonrojadas.

— ¿Te hice daño? ¿Puede que tengas un hueso roto? ¿Debería llamar a una ambulancia? — Su voz no podía sonar más desesperada. En cierto modo, era divertido. ¡El chico parecía estar al borde de un ataque de pánico! — Por favor, déjame ayudarte —

— Tranquilo, no ha sido gran cosa — Me reincorporé de nuevo, sujetando la mano que antes me ofreció como apoyo.

— Estoy tan avergonzado. Dios, no sé en qué pensaba al traer esta chatarra al instituto — Gruñó — Quizás debí asegurarme de que los frenos funcionaran bien, antes de conducir como loco—

— Si, quizás — Concordé. Iba a agregar algo más, pero su expresión confundida lo impidió

— ¿Qué es eso? — Se atrevió a preguntar, señalando con su dedo índice algún lugar cerca de mi pantalón, mismo que mamá me hará limpiar con la lengua cuando vea el estado en el que se encuentra.

— ¿Qué cosa? — Y la respuesta llegó rápidamente, aún cuando él no había pronunciado palabra alguna — No, no, no, no. ¡Mi almuerzo! —

Al parecer sí había lesionados.

— ¡Es un emparedado de mermelada y crema de maní! ¿Cierto?—

— No. Era un emparedado de mermelada y crema de maní — Corregí remarcando el tiempo en pasado — Ahora está incomible — Ew

Tal vez guardarlo en mi bolsillo trasero no había sido lo más inteligente del mundo. En mi defensa, planeaba comerlo apenas entrara al aula.

— ¿Tienes un repuesto? —

— ¿Qué? No, era el último en la tienda — Lloriqué

— Lo lamento, es culpa mía — Su rostro mostraba arrepentimiento.

No del tipo "finjo que me afecta, pero en realidad no podría importarme menos" sino del verdadero, de ese que no te deja dormir hasta recompensarlo.

— ¿Está bien si me ofrezco a invitarte uno después de clases? A mí no me gustan, pero sé de alguien que vende los mejores, según fuentes confiables — Jugueteó con las mangas de su camiseta, luciendo extremadamente tierno.

Por mi parte, me limité a observarle durante un momento. Analizando la situación.

No perdía nada con aceptar. Además de que no tenía suficiente dinero para rechazarlo, si ya me encontraba hambriento a primera hora, no quería ni imaginarme cómo sería esperar a llegar a casa.

—Soy Jeon Jungkook, por cierto— Esta vez curvó ambos labios en una sonrisa amigable.

Y parecía una buena persona.

— Claro, eso suena justo— Respondí finalmente — Un gusto, mi nombre es TaeHyung —  Imité su acción.

Después de todo, ser atropellado no había sido tan malo.