Capítulo 8

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Después de lo sucedido en la cocina, Namjoon había decidido que primero se iba a encargar de las evaluaciones de ese día y luego iría a hablar con Seokjin, no podía dejar que el otro pensara que había sido un error, tenía que hacerle ver al mayor cuanto lo sentía y demostrarle sus sentimientos hacia él, no podía dejar pasar la oportunidad después de lo que había pasado.

Decidió dejar de pensar en su mayor y se dirigió a la sala de práctica de tiro y apuntó unas cosas en una tablilla que había dejado encima de la mesa. Luego, se acercó a los maniquís, necesarios para el entrenamiento, de la sala y los acomodó de tal forma que algunos fueran difíciles de atacar. Volvió a la sala y espero al que el resto de los chicos se despertara, para empezar con la evaluación de habilidades.

A Namjoon siempre le habían gustado este tipo de pruebas, dado que podía conocer más a fondo las habilidades y las debilidades de sus compañeros. En su caso, él tenía que mejorar su puntería, nunca había sido hábil con las armas y menos si estas eran de larga distancia, él siempre prefirió la pelea cuerpo a cuerpo, porque, según él, las cosas se tiene hacer de frente, cara a cara.

Hacer estas pruebas era algo que le emocionaba de ser el líder.

Para Namjoon, ser líder era una gran responsabilidad, ya que tenías a tu cargo a dos o más personas. Si hace diez años le hubieran preguntado, que iba a volverse el líder de un equipo de siente personas y que tenía que vigilar, acompañar y ayudar a otras seis, nunca lo hubiera creído, lo más seguro hasta se hubiera reído de la simple mención de ser el líder de alguien más. Él nunca fue la persona más delicada del mundo, todo lo que cogía lo rompía y, muchas veces, terminaba lastimando a alguien, por no saber controlar su fuerza. Él nunca había tenido amigos, estos siempre lo rechazaban por ser tan brusco con los demás, por eso cuando le encargaron un equipo, tenía miedo de que en vez de cuidarlo iba a acabar con ellos, sin embargo todos esos pensamientos se alejaron de su cabeza una vez conoció a Jungkook y a Taehyung. Los menores siempre han estado para él, saben sus fortalezas y debilidades, y lo más importante, saben convivir con los defectos del mayor.

La primera evaluación que hizo fue unas semanas después de que los juntaran como equipo, él ya había visto un poco de las habilidades de cada uno en los diferentes campos de acción, pero a la hora de la evaluación, los menores dieron todo de ellos, y Namjoon descubrió las fortalezas de los menores.

La primera vez que vio a Taehyung, fue mucho antes de que los pusieran en el mismo equipo, Namjoon había pensado que él iba a ser una persona desagradable, al igual que su padre, pero cuando lo conoció más a fondo, notó que él era una persona única y muy alegre, siempre tenía una sonrisa para cualquier cosa, y le encanta ver a los demás con una sonrisa en la cara. Algo que Namjoon valora mucho de él es su inocencia y su amabilidad, Taehyung no había tenido la mejor infancia, pero de todas maneras demostró ser una persona muy cordial. Taehyung era el mejor tirador de su generación, eso era lo que había leído Namjoon en su expediente, no obstante, no lo creyó hasta que lo vio con sus propios ojos. La precisión del menor era inigualable, nunca en su vida había errado un tiro, y eso era algo de lo que Namjoon había sido testigo.

Cuando había escuchado hablar de Jungkook, él había esperado ver a un niño asustado y temeroso en los entrenamientos, después de todo, Jungkook fue reclutado a corta edad, lo que Namjoon no había esperado era encontrase a un chico, muy maduro para su edad, valiente y frío. Cuando Jungkook llegó a la agencia, era muy retraído y poco amigable, no obstante, cuando llegó a su equipo y lo conoció a él y a Taehyung, empezó a dejar caer esas barreras que no le permitían ser feliz. Entre Taehyung y él mismo, lograron que Jungkook dejara su máscara de lado y se volviera en alguien fuerte, pero a la vez, dejando ver al niño que llevaba dentro. Namjoon vio a Jungkook crecer tanto física como psicológicamente, él siempre estuvo presente al lado del menor, y no se arrepentía, lo había ayudado a derrumbar los muros que había creado a su alrededor, dejando ver al chico dulce, carismático y soñador que era. Cuando realizó la evaluación, sorprendió a Namjoon, Jungkook sabía artes marciales y el Kickboxing, Jungkook poseía fuerza y eso le ayudaba mucho en las misiones. Jungkook siempre ha tenido un corazón muy grande y él haría lo que fuera por proteger a sus seres queridos, ya tuvo una perdida cuando era niño, y se prometió no volver a perder a alguien por un error suyo.

Bangtan: Under the shadows [V.K/N.J/Y.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora