Al fin llego la hora de receso, de verdad necesitaba contar con alguien para no sentirme tan sola y por suerte junto a mi estaba Ethan.
— Aranza no vas a comer — Ethan hablo.
— Sí, vamos a comprar algo — le dije con la voz un poco desanimada.
— Si necesitas hablar aquí estoy — me dijo tiernamente.
— Si lo necesito, pero primero comamos —.
Fuimos a comprar nuestra comida y nos sentamos en una mesa a comer, cuando habíamos terminado comenzé a hablar.
— Sabes Ethan — le dije en tono de pregunta.
Levantó la cabeza para encontrarse con mi mirada.
— Me siento mejor ahora, gracias por estar conmigo, Ximena realmente nunca hizo lo que las supuestas amigas hacen, aunque me había acostumbrado a ella —.
— No tienes que agradecer, tu compañía es linda, comprendo que te hayas acostumbrado a ella pero ahora estarás mejor, ya lo verás — me sonrió y se veía realmente hermoso.
— Bueno pero ya tenemos que hablar de otra cosa, como... — hizo una sonrisa curiosa —.— Como que — termine de decir.
— ¿Cuantos novios has tenido? — dijo y le dio un sorbo a su bebida.
Y una vez mas es donde debo contar una de tantas historias de amor que he leído, nunca se han dado cuenta así que no creo que haya problema esta vez, además Ethan está jodidamente guapo y supongo ha tenido muchísimas novias en cambio yo ni uno solo.
— Aranza — Ethan paso sus dos manos frente a mí, en señal de que estaba perdida en mis pensamientos.
— ¿Qué pasa?— pregunte, cuando en ese momento la campana sonó pues el receso había terminado. Nunca había tenido tanto sentido como en este momento la frase de "Me salvo la campana".
— Nada, vamos ya al salón terminó el receso —.
— Claro, vamos — y me libre de responder esa pregunta.
De camino al salón de clases me dieron ganas de ir al baño, pero sabía que el profesor que nos tocaba era un poco estricto y así opte por ir a pedir permiso antes.
Cuando llegamos al salón, ya era tarde.
¿Ustedes no han tenido ese tipo de profesores, que parece que solo esperan a que toquen la campana y cierran la puerta?, bueno pues a esté le pasaba lo mismo.
El profesor de literatura había cerrado la puerta y la única manera de poder entrar era respondiendo alguna pregunta que nos hiciera, además de pedir permiso ante todo el salón y sufrir vergüenza.
Así que le informe a Ethan lo que debía hacer. Y comenzé yo.— Buenos días profesor — hable un poco apenada.
— Yo diría tardes, señorita Anderson — dijo en tono gruñón.
— lamento el retardo, no vuelve a pasar —.
— Eso espero — contesto. — creo que ya sabe que sigue — me recordó.
— Si profesor puede preguntar — no me quedaba de otra.
— Estará fácil, diga una frase de Gabriel García Márquez — .
Bueno realmente esta pregunta era totalmente fácil, había muchas que sabía y no hubo problema en contestar.
— Claro — hable con una sonrisa. — "No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió"— Esa frase era una de mis favoritas, así que disfrute compartirla.
— Muy bien, puede pasar — dijo y pude entrar.
Ethan era el que seguía y estaba preocupada por él, espero que le haga una pregunta fácil, así como la mía.
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MI PRIMER NOVIO
Teen FictionAranza Anderson, una excelente chica que estudia en la misma preparatoria que yo, inteligente, bonita, responsable, amable y no se que tantas otras cualidades tenga, lo único que sé es que me encanta, cuando la conocí me pareció una chica normal, s...