Mi nombre no importa, que mas da, no influye en el paso de los acontecimientos. Hubiese dado igual que me hubiera llamado Maria, Sofia o África. Todo estaba destinado a terminar de una forma.
Así es ,creo en el destino, no como una palabra ni como un ser, como un paso del tiempo, la forma de concluir tu futuro.
¿Me eligió a mi o lo elegí a el ?
Vivíamos en Madrid, felices, mi padre, mi madre y yo... sin ninguna preocupación.
Fue entonces, una fuerza irrumpió sobre mis padres y nuestra felicidad, pero eso ahora tampoco importa; la cuestión es que dejaron de convivir. A mi madre le dieron la custodia. ¿Que hacer? Momentos de impotencia.
Cuando cumplí los 14 cambiamos el rumbo de nuestras vidas, no hace falta mencionar que ya no supe nada de mi padre. Destinaron a mi madre a trabajar a otro lugar, a otra forma de vida, a otro idioma y sabiduría.
Así pues, ahora (rondando ya los 17), vivimos en París. Oh,París. Una fuerza me decía que habíamos hecho bien en venir.
Hay algo en ella, en esta ciudad, que me atrae mas que nada. Ese mausoleo , ese lugar donde mi cabeza se deja llevar cada sábado por la tarde.
El Louvre.
Visito el museo cada sábado-tarde desde que vinimos, siempre amanezco con una nueva idea, algo nuevo que ver, que me apasiona.
Un lugar donde más tarde descubriría que acabaría mi destino.
Su comienzo.
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El Comienzo
Historical FictionComenzar es dar empiece al final de un suceso. Lee y llegaras a conocerlo.