El cielo que antes estaba pintado de azul celeste, oscureció, y el sonido del reloj marcando se hacía cada vez más fuerte.
Kun no podía estar más enamorado de Lucas.
Y Lucas no podía estar más confundido por Kun.
El mayor solo sonreía al mundo, sabiendo cuanto empezaba amar al menor, porque este siempre lo tenía delante de todo, tan solo esperaba que su menor lo correspondiera...
Sin embargo, Lucas empezaba a sentir aquellos incorrectos sentimientos sobre su casi mejor amigo, él no debería sentir eso.
Tengo que decirte esto: te amo.
