Buscando a Héctor.

722 53 2
                                    

Jack y tú se abrazaron unos largos minutos. Al soltarse sentiste una soledad invadiendo tu ser nuevamente, Jack al verte te dijo que te acompañaría a tu casa, ante su amable petición cediste y te escoltó hasta tú hogar y se despidió así:
-Princesa, ya me voy, pero llámame si necesitas ayuda. Por cierto, ¿quién es el afortunado de estar saliendo contigo ahora?.
-Emm, se llama Héctor, ¿lo conoces?.
-No, pero espero conocerlo, dijo con su típica sonrisa sádica.
- Jack, ¿puedo pedirte un favor?.
-Si, lo que quieras, princesa.
-¿Sabes dónde está el Dojo de Orochi-san?.
-Por supuesto, te mando la dirección por correo.
-Gracias, Jack, le diste un beso en la mejilla y te metiste en tú casa.
-No hay de qué, princesa.
Saludaste a tú madre y fuiste a tú habitación. Recibiste la dirección del Dojo y agradeciste su cortesía a Jack.
Tomaste un baño y te fuiste a dormir con la esperanza que los del Dojo te ayuden a encontrar a Héctor.
Te levantaste perezosamente de tú cama y te preparaste para ir al Dojo.
Llegaste a la dirección y te encontraste con un enorme edificio con la imagen de Doppo Orochi en el centro mismo.
Entraste y todos los alumnos de karate te miraron sorprendidos. (¿Habré sido la primera mujer en ingresar al Dojo?).
Un hombre de apariencia ruda se acercó a ti y te saludó:
-Buenos días, señorita, que necesita?
-Buenos días, vine a hablar con el Señor Doppo Orochi. Necesito localizar urgentemente a alguien.
-El señor Orochi, eh? Bueno te llevaré con él ,si me dice su nombre. Por cierto soy Katsumi.
-Oh, disculpe mis modales. Soy TN(tú nombre).
-Bien, señorita, acompáñeme.
Lo seguiste y se detuvo un momento y dirigió su mirada a los jóvenes karatekas que seguían atónitos por tú  presencia. Katsumi dijo:
- Vamos, sigan practicando!!. Los alumnos se asustaron y siguieron sus clases.
-Llegamos.
- Gracias, señor Katsumi. Él hizo una reverencia y se marchó.
-Disculpe, puedo pasar? Diste unos golpecitos a la puerta y oíste una voz varonil que decía:
-Claro, adelante TN. Te sorprendiste al oír que sabía tu nombre y entraste un poco asustada.
- Tranquila, no te haré daño, pero, ¿quién es la persona que buscas? dijo levantando una ceja.
-Señor Orochi, necesito con urgencia que busque a Héctor Doyle.
- Oh, a Doyle? El condenado a muerte?.
-Si.
- Sé dónde está, dijo serio.
-Ah? Si? Dónde? Está Bien?, asfixiabas a Doppo con tus preguntas y respondió:
-Si, está en la enfermería y está bien.
-Gracias Orochi-san. Doppo llamó a uno de sus alumnos y te llevó hasta la enfermería.
Ahí viste al hombre que no te dejaba dormir plácidamente....

Tú Historia De Amor Con Héctor DoyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora