Era un día tranquilo como cualquier otro, miraba el amanecer como todos los días antes de que empezara mi tormento.
Nunca olvidaré ese día, aquel chico de piel morena, unos bellos ojos cafés y su cabello negro, aquel chico me había hipnotizado por completo.
-Disculpa- dijo ese bello Ángel
-Aja- le contesté aún babeando por el
-Jeje- río de una hermosa manera, joder me iba a derretir en ese momento. -Me llamo Francisco ¿y tú?-
-S-soy...- no puede terminar la oración ya que mi celular sonó. -B-bueno- dije, después de unos 3 min.termine mi llamada pero al alzar la mirada aquel hermoso chico ya se había ido.
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Desde ese día me pasó todas las mañanas pero ya no lo eh vuelto a ver.
Hoy 29 de enero regreso al colegio después de unas largas vacaciones. Llegó al colegio con la mirada agachada como de costumbre, levanto un poco mi vista y veo a todos mirándome, murmurando y riéndose, vuelvo a bajar la mirada y camino más rápido, al a la puerta Osvaldo (chico popular) me detiene.
-Oye puto- dijo el burlándose de mi a lo que yo solo lo ignore. -te estoy hablando maldito bastardo- me empujó y yo caí lastimando mis manos y rodillas.
-Oye imbécil déjalo- Me sorprendí bastante aquella voz era la de el...
-Francisco- susurre y volteo a verlo.
-¿Qué dijiste?- dijo Osvaldo y sonrió burlonamente -acaso estás defendiendo a este joto?
-No tienes porque estar agrediendolo ya que el no te a hecho nada- dijo Francisco mientras me ayudaba a levantarme.
-Gracias- dije en un pequeño susurro.
-Agh has de ser igual de puto- se fue enojando parecía que echaba humo por las orejas.
-¿Estas bien?- dijo mientras me revisaba con la mirada.
-S-si, s-solo fue un pequeño rasguño- trate de sonreír pero en vez de eso salió una mueca.
-No parece, ven te llevaré a la enfermería- tomó mi mano, me sonroje al instante y sólo asentí, en eso empezamos a caminar hacia la enfermería tomados de la mano.
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Sin separarnos nos encontramos con una chica que no conocía, Francisco al verla se sorprendió y soltó mi mano, ella nos dedico una sonrisa cálida.
-Hola soy Fátima un gusto- dijo aquella chica y nos dió un cálido abrazo a los dos.
-H-hola amor- dice nervioso Francisco, mi corazón se rompió al escuchar esa palabra.
-A-Amor?... ¿S-Son novios?- dije desanimado.
~Pov. Francisco~
Ese chico, juro que lo había visto antes pero no se en donde, al momento de que ese chico lo agredió, algo me dijo que lo tenía que defender y eso fue lo que hice, caminamos juntos hacia la enfermería y en eso nos encontramos a Fátima, ella es mi "novia", bueno eso es lo que fingimos ya que a mi no me gustan las mujeres, pero en mi antiguo colegio me molestaban por lo mismo entonces ella dijo que tuviéramos un supuesto noviazgo y eso hizo que el bullying parara, a Fátima la apreció mucho ya que es mi mejor amiga.
~Pov. Rodrigo~
No podía creerlo, estaba sorprendido, aquel hermoso chico era prohibido y su novia era bonita, no podía competir contra ella.
-B-bueno creo que mejor me voy- trate de irme pero Fátima me detuvo
-Francisco me dijo que iban hacia la enfermería... ¿Los puedo acompañar?-
-C-Claro después de todo quien decide es tu novio no?- dije un tanto incómodo, no los conocía muy bien y más en el momento en que ella nos encontró.
-Te encuentras bien?- dijo Francisco muy preocupado.
-S-Si sólo que me arden mucho mis heridas- dije y empiezo a caminar algo rápido no quería verlos juntos, no podría soportarlo.
