Una Mordida Más

Capítulo IV

Peggy escucho ruido fuera de su ventana, decidió no prestar atención, en este momento era más importante su herida, se puso de pie y busco un pañuelo para limpiar la sangre

-¿estás bien? - Peggy se volteo de inmediato al escuchar a alguien detrás de ella, se sorprendió al ver a John ahí

-john... ¿Que haces aquí? - El castaño no respondió y comenzó a acercarse a la joven, esta retrocedió asustada -¿john?...

-mierda Peggy... Tu sangre

-¿q-que?

John se acercó a Peggy, ma acorralo contra la pared, la miró durante unos segundos, Peggy sólo se concentro en los ojos de John, mierda sus malditos ojos, la joven dejó de sentir miedo y se relajó para que John hiciera lo que quisiera, el castaño se acercó a su cuello, clavo sus colmillos haciendo que la sangre saliera, comenzó beber la sangre de la morena

El pecoso seguía concentrado bebiendo la sangre hasta que escucho unos pasos que se acercaban a la habitación, de inmediato se alejo del cuello de Peggy, esta volvió a sentir miedo y de inmediato se tocó el cuello, dolía mucho, John se alejo rápidamente y salió por la ventana, Peggy se quedó mirando la ventana

-Peggy ¿estás bien? - preguntó angélica desde fuera de la habitación

-S-si, estoy bien

.
..
...

Los soldados miraban a la joven de amarillo, es muy raro que una dama esté ahí, corrección, nunca habían visto a una dama ahí. La chica se paro en seco y los miro

-¿que tanto miran? - los soldados solo intentaron ignorar que había una chica ahí, la joven solo suspiro - alguien me puede decir en donde está John laurens

Un hombre señaló la tienda del pecoso, la morena agradeció y camino hasta la tienda en la que estaba laurens, antes de llegar el miedo comenzó a invadirla, si es un maldito demonio ella no está a salvo ahí

-¿john?... Soy Peggy ¿puedo entrar?

El castaño se quedo callado, ¿que hace Peggy ahí? ¿Por qué fue a buscarlo?... Ah es verdad, laurens salió de la tienda

-¿que quieres? - pregunto de forma fría, Peggy lo miro unos momentos, no parecía ser ese castaño que conoció en el baile de invierno

-tenemos que hablar...

-bien, entra entonces

Ambos jóvenes entraron a la tienda, Peggy se sentó en la silla que estaba junto al escritorio, laurens la miró y luego suspiro

-Lo siento, lo de ayer yo...

-¿que eres? - preguntó Peggy con curiosidad, John la miró sorprendido, normalmente una persona normal reaccionaria con miedo

-un demonio - dijo laurens desviando la mirada, la joven se acercó a él

-¿que clase de demonio? - Peggy dejó al descubierto las marcas de los colmillos de laurens - ¿un vampiro?

-si...

-¿por qué intentaste matarme? ¿Que hacías en mi casa? - Peggy sentía miedo, si, pero también sentía curiosidad

Ella siempre había escuchado relatos en los que eran seres del mal, sin sentimientos, había escuchado muchos mitos, pero el joven frente a ella parecía diferente a todo lo que había escuchado

-fue un accidente, no debí hacerlo, lo mejor será que te alejes de mi o terminaré matandote - el castaño hablába en serio, el no quiere lastimar a Peggy, es una chica agradable... Sacudió su cabeza para alejar ese pensamiento, se está ablandado mucho

-no me asustas, quiero quedarme contigo, se que tu corazón puede ser frío y distante, pero no importa

-Peggy de verdad, no deberías desear estar conmigo - john noto que la joven comenzaba a acercarse

-¿por qué no? Tu también me quieres ¿no? Lo dijiste en tus cartas

-no Peggy, no te quiero, eres una buena amiga y no te veo de otra forma... - la menor se acercó aún más al castaño

-por favor John, debo admitir que matrae tu peligro- John hizo una mueca al escuchar eso, Peggy solo lo abrazo - seré persistente, sabré comprenderte y...

-Peggy basta - laurens la alejo un poco, suspiro desesperado - vete a tu casa, iré esta noche a verte lo prometo

Peggy asintió y se fue con felicidad a su hogar, laurens solo la miro con algo de enojo, por esa razón mata a sus víctimas, odia cuando se obsesionan con el

Al caer la noche como lo prometió fue a la casa de la joven schuyler, entró por la ventana como la noche anterior

-¡john! - la joven corrió a abrazarlo, laurens sólo suspiro y correspondió el abrazo, tenía que terminar con lo que había empezado, tenía que matar a la joven schuyler...

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..
...

-¡por su unión! ¡Espero que siempre sean felices! - decía angélica mientras miraba a su pequeña hermana quien acababa de casarse

Laurens miraba todo desde su mesa, se sentía deprimido, pero no podía hacer mucho, esa boda era inevitable

La noche transcurrió como se esperaba aún que faltaba la presencia de una de las schuyler, hace un par de días la habían encontrado muerta en su habitación, nadie sabe quien fue el asesino...

Alexander se había tomado un par de días libres para disfrutar su luna de miel, esos días en el ejército habían sido un martirio para laurens así que cuando Alexander volvió John se sintió más que feliz, el caribeño se había hecho indispensable en la vida del castaño.

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Gracias por leer, espero que les haya gustado y que no sea cáncer visual (?)

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