En aquel bosque muerto una gran batalla se llevaba a cabo, por un lado se encontraba un joven yopuka de piel morena conocido como Sir Tristepin Percedal, aunque sus amigos lo llamaban Pinpan, este se hallaba frente a un gran robot conocido como el cortatiempos, este último había sido construido por el malvado Nox, un hombre que anhelaba apoderarse del wakfu del mundo con el fin de manipular el tiempo. Este último se encontraba ahora mismo en una encarnizada batalla con los dos últimos selatrops, estos eran un chico y un pequeño dragón que respondían a los nombres de Yugo y Adamai respectivamente. Ellos eran los últimos de su especie y se encontraban luchando por devolverle la vida a aquel bosque, el cual hace apenas unos minutos había perecido debido a los ataques de Nox y sus robots que absorbían el wakfu de la naturaleza.
Hacía unos minutos la batalla entre el joven yopuka y el maligno cortatiempos había llegado a su climax, el guerrero de piel oscura había utilizado los poderes del demonio sellado en su espada para transformarse en un ser monstruoso con la fuerza para derrotar al robot en un mano a mano. Desde una distancia corta una ocra de cabello rubio conocida como Evangelin veía como el joven al que había llegado a amar arriesgaba su vida para protegerla, mientras a su lado se hallaba el cuerpo petrificado de su gran amiga Amelia. Para Eva ver aquella escena era algo desgarrador, podía ver como sus compañeros estaban dando todo de si mismo para salvar a esta tierra, y ella en cambio estaba paralizada por el miedo, nunca había sentido tan impotencia pero sabía que de una o otra forma ella no podría hacer nada.
En un momento dado la ocra dejó de enfocarse en la batalla que se daba frente a ella. Al percatarse de esto el cortatiempos decidió dirigir un disparo de energía a la chica con el fin de acabar con uno de sus enemigos.
Tan pronto como el disparo fue visible el joven yopuka dio un gran salto para interceptar el ataque, no sin antes darle una fuerte patada al robot para que este se apartase.
Un gran grito se escuchó en el bosque desolado. La ocra no podía creer lo que veía, el guerrero que había luchado con valor para defender a su amada ahora se encontraba moribundo en el suelo. Sin perder tiempo Evangelin toma la cabeza de su amado y la pone entre su regaso mientras lágrimas empiezan a caer por sus ojos. Se sentía peor de lo que nunca se había sentido, ella sabía que podría perder al joven que amaba y esto la destrozaba por completo.
-!!!Pinpan quédate conmigo por favor¡¡¡-gritaba la ocra desesperada.
Con una mirada tranquila el yopuka acaricio el rostro de la mujer que amaba y casi en un susurro pronuncio:
-Lo lamento Eva pero para un guerrero el morir en batalla es ser parte de la leyenda- Tras decir estas palabras cerro sus ojos lentamente mientras su brazo caía hacía el suelo dejando a una joven destrozada y una espada abandonada.
Por su parte el demonio que habitaba en aquella espada no pensaba quedarse de brazos cruzados, él era consciente de que si su guardián moría él podría ser libre, pero pese a que no le agradara el chico no creía que este mereciera la muerte, por lo cual empleando sus poderes intento traer el alma del joven con el fin de así mantenerlo con vida y adueñarse de su cuerpo, pero esto tomaría un tiempo.
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Naruto, hijo de yopuka
AventuraEsta historia se ubica justo al final de la primera temporada de wakfu, en esta ocasión en vez de morir Pinpan es transportado a konoha, donde cuidará de naruto y le enseñará el arte del kenjutsu. Esta historia puede implementar varios conceptos d...