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La luz entraba por la ventana del cuarto y terminó por despertar a Misaki de su sueño a pesar de no querer ya que tenía una espantosa resaca y aún estaba muy cansada por todo lo que había pasado la noche anterior en aquel bar y de pronto todos los recuerdos le empezaron q venir amontonados a su mente, el engaño de Mikoto, la salida con Saru, la pelea con su compañera de trabajo que seguramente ya le había ido con el chisme a Kusanagi-san y se llevaría una buena regañada cuando llegara al bar después, si es que lograba levantarse de la cama. Luego le vino el fugas recuerdo de haber sido cargada por Saruhiko y sentir ese aroma característico que solo él tenía y que a ella le encantaba. También recordó lo que hizo al llegar a la casa, eo como quedo semidesnuda frente a Saruhiko, y luego como sentía sus manos para poder quitarle el sujetador y las medias para poder irse a dormir y el como lo había enfadado con sus estúpidas preguntas, a ella que le importaba si el tenía novia o no, no tenía que haberle preguntado porque no tenía una ahora estaban peleados sin razón alguna y sin aparente motivo. Quiso llamarle pero sabía que a esa hora él ya estaría en el trabajo y odiaba que lo molestaran cuando trabajaba. Quizás iría luego a su casa cuando él llegara y a ella se le pasara un poco la resaca, puede que no fuera a Homra ya que a parte de que no quería escuchar a Kusanagi-san quejarse de sus acciones del otro día no quería ver a Mikoto tampoco, a pesar de que aún lo quisiera no podía perdonarle todavía por engañarla y utilizarla para esconder como era verdaderamente. No podía seguir peleada con Saruhiko, siempre había estado ahí para ella y le gustaba sentir que pasara lo que pasara el estaría allí para ella, ahora lo único que podía sentir era la sensación de vacío con tan solo pensar en haberlo enfadado.

En Homra el día transcurría como otro cualquiera para el clan pero mientras la compañera de trabajo de Misaki, Yakuno le enseñaba a Kusanagi-san las marcas de los pequeños puños de la vanguardia hizo su aparición en la puerta del bar el Rey Rojo que el día anterior no había hecho su aparición en el bar, pero solo él y Misaki sabían la verdadera razón tras su ausencia el día anterior aunque el no tenía ni idea de que su novia sabía esa razón que era la visita del otro rey a su casa un con quien tenía una aventura desde hace tiempo pero no lo ha querido admitir y por eso estaba con Misaki, para que las personas no supieran acerca de su pequeño secreto. Kusanagi vio entrara a su Rey y lo saludo cordialmente.

- Buenos Días Mikoto, ¿has dormido bien?

- Io.. Kusanagi si he dormido bien. ¿De que hablaban?

- Pues no se si te gustará saberlo- dijo Kusanagi con miedo a que este se enfadara con el si le decía.

- Acaba de hablar Kusanagi, no me hagas enfadar

- Bueno, el caso es que ayer Uakuno fue a un bar y en este se encontró con Misaki-chan y debido a ciertas cosas Misaki acabó golpeándola.

- ¿Misaki? ¿Sola en un bar bebiendo?- dijo el rey dudoso, el sabía que la chica en cuestión no solía hacer ese tipo de cosas.

- Verá Mikoto-san es que no estaba sola, estaba con Saru, y me golpeó porque yo me acerqué a él y déjeme decirle que estaba claramente borracha y llevando un vestido realmente provocativo- dijo la chica con tono de credulidad haciendo que su rey fijara la vista en ella.

- ¿Todo eso te lo hizo ella? ¿Y porque estaba con ese sola en un bar?

- No lo se señor, pero debería tener cuidado, ya que ella no ha venido por aquí hoy, quien sabe, quizás este entre las sábanas del azul.

- No sabes lo que estás diciendo niña, Misaki no haría eso, es demasiado recatada y pudorosa para hacerlo.

- Pero su vestido y el como estuvo a punto de besar a Saruhiko me dicen otra cosa, yo esperaría cualquier cosa de ella ya.

She is the Best Disaster [Sarumi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora