A través de mí. Poesía romántica, erótica, historias de vida y sentimientos

La rareza de un corazón llameante

No todos los corazones son iguales, eso es algo que todos conocemos

Más no sé si hablar de la autenticidad de uno en especial, sea cosa de arrogancia o valía

Hay quienes dicen tener un corazón de piedra, otros admiten poseer uno de algodón, uno muy etéreo

Incluso algunos afirman que el suyo es de acero

Si me preguntas, te diré que yo tengo un corazón llameante

Rico es de fuego carmesí, llamas que son mis sentimientos

Es tan contradictorio, poseo un corazón que a veces me hace dudar de sus intenciones

He pensado que es una bendición, aunque otras veces he deseado no haberlo recibido

Tengo un corazón llameante que es increíblemente fuerte y sabio cuando veo el sufrimiento en alguien más

Les brindo mi seguridad cuando es algo por lo que ya sufrí

Tengo un corazón que da calor a quién esté pasando frio, para evitar que sus huesos se quiebren y su espíritu se congele

Uno muy sensible, que no te juzgará por tu dolor y si no puede entenderlo te escuchará hasta que el augurio duerma

Poseo llamas que quemarán a quién intente lastimar a los seres que amo

Que darán su amor y afecto a quienes me den el suyo de forma sincera y desinteresada

Quizás todo suene bien, pero es solo un lado de la moneda

También es un corazón que sufre, muy susceptible a que aquellos en los que ha depositado su confianza puedan herirlo

Uno que cuando la tristeza lo ataca se encuentra solo

Si se encuentra deprimido debe coser sus heridas él mismo, detener sus hemorragias y secar sus propias lágrimas

Enfrenta el miedo cada día, el pánico a lo desconocido, el miedo al sufrimiento y el terror hacia sí mismo

Tiene mucho que aprender y demasiado por vivir

Es uno que vuela alto, que corre sin cadenas, que se tropieza y levanta cuando más el fuego quema

A veces se desconoce a si mismo y otras... Ya sabe el resultado de la ecuación

Quizás es sumamente común, me han dicho que es hermoso y otros que es horrible e inútil

Pero para mí es muy peculiar y vivo cada día en la rareza de un corazón llameante.