En la mañana siguiente estaba acostado a lado de Jonnie, sonrei estúpidamente y besé su mejilla.
Me levanté e hice lo que sería nuestro desayuno de hoy.Pude escuchar la ducha desde la sala, eso significa que NamJoon ya había despertado y seguramente iría a su trabajo como uno también al mío. De mi lado ya estaba vestido para el trabajo, sólo quería desayunar con mi bonito novio, el cual se había tardado en llegar anoche, pero claro que no molestaba, entendía que su trabajo era un poco pesado y estresante a la vez, él siempre intentaba dar lo mejor de él, eso lo tengo entendido desde el día en que lo conocí.
Namjoon entro a la cocina, traía un pantalón de traje color gris oscuro y una camisa blanca, de ve tan sexy así.— Buenos dias Jinnie ~
Sonrei miramdolo, le indique con dos de mis dedos a que se sentara, comence a comer sin decir nada, él sólo sonrio negando.
— ¿Estas enfadado? —Murmuro acercando su silla a la mía.—
— Si es por haber llegado tarde anoche, no, no estoy para nada enojado. —Comence a beber de mi jugo sin decir más.—
NamJoon se despidió dejando un beso en mis labios y un apretujon de mejillas, no me quejé, me parecía lindo, aunque siendo sinceros debo confesar que hasta cuando duerme me parece tan lindo h varonil, y sí asi es él.
Después de una larga jornada de trabajo decidí por hacer las compras. Al regresar al departamento me encontré con un Namjoon sin camisa acostado en el sillon, me sonroje un poco como también me puse nervioso. Fui directo a la cocina; Sentí su mirada seguir mis pasos y no estuve equivocado, lo mire y éste me quedo viendo.
— ¿Pasa algo Joon?
Él asistió y mordio su labio inferior, con sólo esa acción provocó que olvidara respirar; Sin darme cuenta, él quitaba las bolsas de mis manos ¿Será que habrá notado que estaba viendo su total desnudo? Espero que no, en estos momentos desearía ser mas cauteloso, pero eso es justo lo que yo no soy.
— Ve a descansar, me ocuparé de guardar esto. —Musito quitando las cosas de las bolsas.—
— Claro ¡muchas gracias! —Dije sonriendo mientras me giraba para salir de la cocina, pero antes de que lo hiciera Namjoon hablo.—
— Me deberás un favor...
Trague saliva y me gire a verlo con cara de "¿De que hablas?" Sonrio ladino y pude entender de que iba la cosa; rápidamente me sali de la cocina y fui a encerrarme en la habitación, la cual compartimos, di leves palmaditas en mis mejillas intentando calmarme, pero eso no era posible. NamJoon entró y se recostó en la puerta, lo observé.
— Ya terminé... ¿Qué harás? —Fue dando pequeños pasos hasta llegar donde yo.—
— Bueno, tenía pensado tomar una relajante ducha. —Intenté sonreír lo mas cómodamente posible.—
— Quiero que te quites la ropa muy lentamente. —Se cruzó de brazos mientras una de sus cejas se eleva.—
— ¡Namjoon! —Me quejé, si hacia pocos segundos atras estaba sonrojado, ahora estaba peor.—
— Ese es el favor, cumple.
Abrí más mis ojos algo sorprendido, pero no debía, ya que había pensado que su favor trataría de algo como esto.
Tímidamente fui quitando mi camisa, lo miraba directamente a los ojos.— ¿Ya eh dicho cuanto me gustas, verdad?
Asenti suavemente, al quitar mi camisa Namjoon miro a mi pantalón, con tan solo esa mirada supe que debía quitarlo también, sin mas desprendí mi cinturón y deje caer mi pantalón. NamJoon mordio su labio inferior y me tomo de la cintura, pasé mi mano por su nuca y sonrei tímidamente.
— Pervertido ~
Susurre suave y deje un casto beso en sus labios; el por su parte tomó mas fuerte. Un jadeo escapo de mis labios.
— Y me encanta serlo contigo Jinnie.
Y así, reemplazamos el almuerzo por divertirnos un poco en la cama, bueno, estuvimos mas tiempo de lo que había pensado.
Ya habían pasado meses desde que comenzamos aquella amistad será aún mas que eso, lo convertimos en compartir todo, en sueños y un futuro uno a lado del otro, Namjoon me había pedido casarme con él, obviamente había aceptado porque sin dudas lo amo.
Decimos mudamos a una casa, porque quería niños, no bromeaba aquella vez cuando fuimos en busca de apartamento para él. ¿Que sí somos felices? ¡Dios! Él es yodo lo que me hace feliz en el mundo, es de esas pocas personas que saben levantate de las peores cosas, por sí, también habíamos peleados unas que otras veces, como también habíamos pasado malos momento, no sólo en la relación sino también en los trabajos, y ahí estaba él con su hermosa sonrisa levantandome el ánimo.