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Capítulo 1: Un encuentro inesperado

Foto: Megan.

Caminaba por los pasillos de la escuela en donde todos me miraban extrañados. Osea, desde cuando es normal ver a una estudiante con gafas oscuras dentro del recinto, lo que no sabían es que al quitármelas quedarían todos sorprendidos por mi aspecto tan demacrado. Siempre era una chica sonriente y con un brillo indescifrable en los ojos, pero hoy no era así; tenía ojeras, mis ojos estaban hinchados y mi sonrisa se había esfumado de mi rostro. Yo creo que si no lloraba era porque se me habían secado las lágrimas.

Llegue a mi casillero y me quite las gafas, buscaba mi libro de historia cuando alguien se acerco a mi y me tapó los ojos...

- ¿Qué te pasó? - Preguntó sorprendido al ver mi rostro.

- Nada - Dije seca.

- Las personas no lloran por nada.

- Pues yo si lo hago - Cerré mi casillero y me fui de ahí. Estaba molesta, trate de localizarlo todo el fin de semana y cuando más lo necesitaba no estuvo para mi.

Mi vida se estaba volviendo algo horrible, mis mejores amigas estuvieron para mi en mi sufrimiento pero siempre necesitaba un cálido abrazo de mi mejor amigo y ahora ni tenía a mi amigo ni tenía al hombre que amaba.

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Acababa de sonar el timbre de la salida, iba rumbo a la puerta pero al ver a alguien quede totalmente sorprendida...

- H..hola -Dije entrecortada.

- Hola hija - Dijo mi padre.

- Papá regresaste! - Dije emocionada dándole un abrazo. Hace dos años que no lo veía.

- Si nena, te tengo una noticia.. - Dijo algo nervioso.

- Claro. ¿De qué se trata?

- Vamos a almorzar y te contaré.

- Bueno.

Llegamos al restaurante y a mitad del almuerzo llegó la gran noticia.

- Me casé - Dijo en un susurro apenas audible para mi.

- Wow! Estoy muy sorprendida. Felicitaciones! Y ¿Quién es la afortunada?

- La conocerás después del almuerzo. Es una gran mujer, y tiene un sobrino de tu edad y un hijo un poco mayor pero se acerca mucho. Yo creo que te encantará para mamá, además te puedes llevar muchas sorpresas.

- Papi, tú sabes que nadie puede reemplazar a mi mamá.

- Lo sé hija, pero tu madre murió hace seis años, es hora de dejarlo ir. - Dejarlo ir? mi mamá fue la mujer que me dio la vida, ella y mi padre se separaron cuando que era una niña, siempre viví con ella pero cuando tenía 11 años una rara enfermedad se la llevó. Mi padre siempre viajaba por lo que me toco vivir con mis abuelos.

- Si papá.

- Sabes qué es lo mejor de todo?

- ¿Qué?

- Vendrás a vivir con nosotros - Mí expresión fue indescifrable amaba a mis abuelos pero enserio quería a mi papá conmigo.

- Si! Gracias papá.

Las empleadas de mi abuela ya me habían empacado mis cosas. Nos dirigimos a la nueva casa de mi padre, al bajarnos del auto, mi papá pidió que fuera abriendo la puerta mientras el sacaba las maletas, iba a abrir la puerta pero fue muy grande mi sorpresa al ver quien se me había adelantado...