Capitulo 30: La tristeza de Jimin

131 15 1
                                    

Narra Jimin:

Mi estado anímico no podía ser peor, no pasaba desapercibido. Nadie cercano a mi sabia como remediarlo ni como acercarse a mi debido a que siempre estaba evitándoles. Omma decía que tenía visitas pero siempre le decía que no estaba disponible para poder atenderlos.
La razón por la que me encontraba así era por Yoon Gi Hyung.
Hace dos días paseaba por el centro con Tae Tae, lo había acompañado a comprar un regalo para Hobbi, a lo lejos puede notar un aspecto tan familiar al de Yoon Gi; Ya no me animaba a decirle hyung, así le decía más de cariño que por educación. Me acerqué dejando a Tae en una tienda, pude notar como Yoon Gi háblaba con una muchacha con aparentemente su edad. Intenté acercarme todo lo que pude e incluso quedé a unos centímetros atrás de ellos, quería espantarlo o darle una sorpresa pero mi emoción cambio de repente cuando las palabras "nuestro matrimonio" salieron de la boca de aquella mujer. Sentí como mi corazón se aceleraba mientras Yoon Gi intentaba decirme una palabras, lo único que pude hacer para salir de esa pequeña conversación fue correr ha usado el lado opuesto; corrí todo lo que pude por tal de irme lejos de aquella pareja, ¿Cómo es posible que me allá hecho ésto? Pensaba una y mil veces y aún no entendía. Llegue a mi casa y Omma aún no llegaba del trabajo, estaba tan mal que no sabía cómo desquitar el dolor que me había provocado Yoon Gi y estuvo tan mal lo que hice pero fue el único remedio. Mis manos empezaron a sangrar mientras yo seguía con aquella navaja haciéndome daño. ¿Que por qué lo hacía? Sentía como mis problemas los iba olvidando sintiendo aquel ardor, solo fueron unas cortadas más para caer profundamente dormido en el piso de mi habitación.
La mañana llego había dormido más de 12 horas y aún a si me sentía cansado, desperté en el lugar que me ha usado quedado dormido, intenté levantaré apoyando mi mano sobre el suelo pero dolió y ahí pude recordar lo que había hecho con mi brazo. Me puse una sudadera para que nadie pudiera ver mis brazos y salí de mi habitación. Omma no estaba, había una nota que había dejado en la mesa junto con un desayuno.
Decía lo siguiente: he salido a dar un paseo con mi pareja hijo, intente hablarte pero tú habitación tenía seguro y supuse que aún estabas dormido, te veo más tarde, cuidate.
Besos.
Desde que aquel señor había llegado a la vida de mi madre, todo había cambiado por completo, ella se sentía más relajada y no trabaja tanto como antes, se la pasaba en viajes con su pareja e iban a dar paseos cada fin de semana como hoy, la verdad es que me alegraba tanto que estuviera dándose por fin esa vida pero por otro lado tenía de que algún día se fuera de la casa para vivir con su pareja, no me gustaba estar solo sin ningúna compañía. Me gustaba contarle todo tipo de cosas a mi Omma pero últimamente no le decía absolutamente nada, no quería que se preocupara en mi para que ella siguiera siendo feliz. Por otra parte de lo único que habia querido intentar hablarle era de mis gustos, de que no me gustaban las personas del sexo opuesto si no del mismo sexo, era difícil para mí hablar sobre eso, la aceptación de que soy así y ahora entiendo a todo los que son como yo, el temor a ser rechazados por tu propia familia solo por tener gustos diferentes.
Acabé mi desayuno y salí a comprar una venda para vendarmela en el brazo, la sudadera lograba cubrir las heridas que me había provocado yo mismo pero el roce que hacía esta me lastimaba.

El día fue un poco aburrido o más bien el aburrido era yo, mis ánimos estaban hechos pedazos y ahí entendí que todo esto me había llevado a la depresión, la depresión es una enfermedad que si no la llevas a cabo puede ser muy grave después y eso me preocupaba bastante. Por la tarde le había mandado unos cuantos mensajes a Tae explicándole la razón del por qué lo había dejado solo en aquella tienda la tarde pasada disculpándome por aquello, le dije que lo vería el lunes que entraramos al instituto y así poder contarle bien las cosas.

..........

Todo había cambiado dentro del instituto, los maestros se habían vuelto más estrictos y que hablar de Yoon Gi, pareciese que no la hubiera pasado nada bien. En su rostro tenía unas ojeras tan notables y algunos moretones que intento cubrir con maquillaje pero aún así se le veía un poco, tengo que aceptar que estaba preocupado pero después de aquel día no sabía cómo asercarme a el.  Tae como siempre nunca me dejaba solo y menos cuando se enteró de lo que me había hecho en mi brazo. Cuando Yoon Gi volteaba intentaba ignorarlo pero por otra parte me sentía fatal a si que terminando la clase cuando el salón se quedó vacío me acerqué a el.

Profesor, ¿Me explica el amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora