05; «Our family»

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doyoung y johnny paseaban por el parque tomados de la mano, ambos con una sonrisa en sus labios al ver a sus pequeños niños jugar con sus amigos.

— pero yo quiero ese. — donghyuck hizo un puchero, al verlo mark le sonrío, pero jeno se cruzó de brazos enojado.

— bien, vamos a ese. — mark tomó la manito de donghyuck y se subieron al tobogán que tanto quería ir el morenito dejando al hermano mayor de éste allí, lo cual lo hizo llorar.

renjun se acercó a l llorón muchahito y lo abrazó. — no llores, yo te acompaño al que tú quieres. — jeno se sorbio los mocos mientras el chino le sonreía ampliamente mostrando su diente torcido. ambos corrieron hasta el juego que jeno quería ir.

los padres de donghyuck y jeno estaban sentados en una banca mientras vigilaban que los pequeños no se pusieran en peligro. — son adorables. —doyoung sonreía mientras miraba a sus pequeños, no entendía como semejantes niños habían sido puestos en un orfanato aunque de no ser así él nunca los abría conocido.

— jeno me recuerda a ti, conejito. — comentó johnny mirando con una sonrisa a su esposo.

— ¿aún después de cinco años me sigues llamando "conejito"? — preguntó el menor, riendo. le parecía tierno que siguiera llamándolo como cuando recién se conocían.

johnny sonrió. — siempre lo serás.

— ¡papi doyoung! — el mayor de sus hijos, por uno meses, corrió hacia ellos con un renjun llorando detrás de él mientras se sostenía el brazo.

— ¿qué pasó? — preguntó el llamado preocupado por el estado del chino.

— ¡renjun se quebró el brazo! — los adultos se alarmaron, miraron el brazo del chino para darse cuenta que tenía un pequeño corte en su extremidad, ambos suspiraron aliviados. — ¡tenemos que llamar a un doctor! — jeno no hacía más que alarmar al bajito que seguía llorando, por suerte estaba doyoung que le sonrió al pequeño lastimado.

— no te preocupes, solo tienes un pequeño corte. — el pequeño chino parecía más tranquilo, con un gesto de sus manitas pidió ser tomado en brazos. cosa que doyoung hizo al instante.

— ¡pero papá, tiene sangre! ¡SE VA A MORIR! — al escuchar aquello, el chinito se asustó y miró al adulto con sus ojos abiertos al igual de su boca.

johnny reía ante las exclamaciones de su pequeño, mientras doyoung tranquilizaba al menor. — no le hagas caso, jeno es un exagerado.

renjun asintió limpiando sus lágrimas con la manga de su poleron azul. kim palmeó la espalda del pequeño chino que se aferró a él, doyoung sonrió a su pequeño ángel que lo miraba ofendido por llamarlo exagerado.

— amor, llama a hyuckkie y a mark, nos vamos para la casa, por favor. — su esposo asintió y fue en busca de los pequeños, no pasó mucho tiempo cuando johnny volvió asustado alarmando a todos.

— no están en el tobogán. — exclamó mirando a doyoung con pánico.

— ¿¡qué!? — el menor de los adultos se levantó de la banca, aún con renjun en sus brazos, y fue en busca de los otros pequeños mientras johnny tomaba a jeno y seguía a su esposo.

— ¡donghyuck! ¡mark! — gritaron los niños.

— ¡mark! ¡donghyuck! — gritaron los adultos.

los esposos miraban a todos lados buscando a su hijo y a su amigo, luego de quince minutos los encontraron en una tienda de helados. mark sostenía la mano del morenito mientras él lloraba.

— ¡donghyuck! — el nombrado vio a sus padres y fue a abrazarlos, los adultos dejaron a los otros pequeñitos en el suelo para que los otros dos se acercarán.

— ¿por qué se fueron? ¡les dije que se quedarán cerca! ¿Saben el susto que me dio no encontrarlos? — doyoung los regañaba mientras los dos niños tenían sus cabeza abajo, pero el canadiense la levantó.

— no se enoje con hyuck, yo le dije que fuéramos por helado. — pidió tímidamente mark.

— bebé, no seas tan duro, son sólo unos niños. — kim suspiró, miró su hijo que tenía la cabeza gacha y se escuchaban sus sollozos. tomó su manita suavemente y lo abrazó.

— ya, no llores, aquí estamos. — dejaba caricias en su cabello de su hijo.

pero este se separó limpiando sus lágrimas con sus manitas. — no estoy llorando por eso. — el comentario de donghyuck desconcertó a sus padres. — es que, yo quería helado, pero. . .no tengo dinero. — un puchero apareció en sus labios, johnny soltó una carcajada mientras doyoung negó con la cabeza sonriendo.

levantándose del suelo, el adulto coreano aplaudió y atrajo la atención a él. — bien, johnny les comprara un helado a todos.

— ¡hey! ¿por qué yo? — cuestionó el nombrado, los niños celebraron de inmediato, entusiasmados de comer helado en aquel caluroso día.

— por qué yo dejé mi billetera en la casa. — explicó doyoung con un pucherito, dejando un beso casto en los dulces labios de su esposo escuchando los asqueados quejidos de los niños.

entraron a la tienda, los pequeños eligieron los sabores al igual que los adultos, johnny pagó y se fueron al auto. una vez allí fueron camino a su casa. — papi, ¿mark y renjun se quedarán a dormir?

— si, mi niño, ya lo hablamos con sus padres. — unos gritos salieron de las gargantas de los pequeños, doyoung sonrió ante la ternura que brotaba de ellos.

sin duda nunca se arrepentiría de ir a esa tienda por sus cuadernos, ya que ahí conoció al amor de su vida, al padre de sus hijos y a su bello esposo.

sin duda nunca se arrepentiría de ir a esa tienda por sus cuadernos, ya que ahí conoció al amor de su vida, al padre de sus hijos y a su bello esposo

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first things together | johndoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora