la rutina de un padre

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Había pasado un tiempo relativamente corto, desde que James, llegara a la familia.

Hace apenas un mes, el 25 de agosto, fue el día que todos los dioses y el mismo pequeño decidieron, que sería un buen día para nacer. Sacandole de esta manera, un susto a todos en general.

Principalmente a su padre, Ciel Phantomhive.

Sebastian recuerda (así como recuerda cada maldita cosa desde que conoció al niño e incluso antes) que su joven amo estaba terriblemente asustado ese día, aunque tratara de aparentar fortaleza y, afrontar la situación con coraje y la entereza que lo caracterizaba. Pues como no, si solo era un chico de 16 años dando a luz; razones para estar aterrado le sobraban.

Y para peor, estaba dando a luz al latoso hijo de un demonio. Si uno no se espanta en pleno proceso de parto, no se espanta ya con nada.

El demonio, padre de la criatura, estaba totalmente en contra del nacimiento de la misma. Vamos que ¿de qué le beneficiaba a él tener un hijo con su contratista? Exacto, de nada. Puros problemas. Sin embargo, Ciel le dejo muy en claro (orden incluida y todo) que ese tema no estaba a discusión. Nacería y punto.

-Vas a matarme, cuando cumpla mi venganza- le había explicado cuando le preguntó el porqué insistía en tener al bebe- Lo he pensado y no quiero que el linaje de la familia Phantomhive se pierda. Este niño será mi sucesor y el heredero de todos mis bienes cuando yo fallezca.

Así, simple y consiso. No había más, nada de sentimentalismos absurdos y ganas de tener una familia, como el demonio había supuesto. El niño solo sería otra pobre alma inocente que cargaría con el peso de su apellido, cuando su padre no estuviera más.

Que, esperaba Sebastian, fuera pronto.

Vamos que ya habían pasado seis años y él se estaba muriendo de hambre ¿hasta cuando darían con el culpable? y aunque le gustaba estar al lado de un humano tan interesante como Ciel, ya venía siendo hora de que el contrato culminara.

Pero eso era otro tema, ahora tambien tenía otro problema y su nombre era James Phantomhive.

Si hubiese sabido que cruzar la linea entre amo y sirviente desencadenaría esto, Sebastian se lo habría pensado dos veces.

Todo comenzó cuando hace algo más de un año, él y Ciel habían comenzado a tener relaciones, gracias a las hormonas alborotadas del adolescente y una botella de vodka. Lo que comenzó como una sola noche de borrachera, terminó en una aventura prohibida y secreta entre este par de amantes, que duró hasta el día en que meses atrás el peligris y él, se enteraran del embarazo.

Fue un shock, nadie va a negarlo. Más para Ciel que para Sebastian.

-¡PERO ¿¡CÓMO PASO ESTO?!- el chico temblaba visiblemente. Al mayordomo le pareció ver un pequeño tic en su unico ojo visible y temió que fuese a desmayarse ahí mismo o, en un caso peor, ponerse a llorar.

-Creí que su difunta tía, le había le había explicado como se hacían los bebes.

-¡No seas idiota!-gritó al borde de la histería- lo que quiero saber es ¿cómo siendo yo un hombre estoy embarazado?

El mayordomo reconsideró sus palabras antes de hablar.

-Puede ser por las celulas de demonio-contestó con calma- los de mi especie pueden tener hijos con demonios del mismo sexo, pero es muy raro que suceda. Jamás imagine que se pudiera lograr con un humano.-reflexionó.

Se ganó muchos golpes, gritos e insultos despues de eso, era un amo al que no estaba acostumbrado y le divertía sobremanera: como siempre parecía tenerlo todo bajo control y ahora que el asunto se le salía de las manos, no sabía como reaccionar.

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⏰ Última actualización: Jan 31, 2019 ⏰

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