Y eras indomable
como tu cabello revuelto por el aire
De que me servía tenerte lejos,
si ambos sabemos que nos tenemos.
La almohada de nuevo mojada,
sola,
y las dudas más grandes, sí, más grandes
mis ganas de amarte.
Sempiterno,
nosotros,
qué amamos, nosotros, qué nos odiamos.
Un café, quizá dos
lejos, muy cerca
Quizá serás tú mi pluma o mi musa
pero siempre tú
Nosotros.
Las sabanas entre dos cuerpos que ansían amor,
la almohada entre mis piernas y tú dentro de ellas
Envuelme entre tus brazos y ámame de manera indomable
