love requieres sacrifice, always © ym.

O2

Para la universidad entendí todo eso, mi "viaje" fue mudarme a un departamento cerca de la universidad, alejada de mis padres.

Justo el primer día, lo ví, a lo lejos, una tierna cabellera rubia sobresalía de las demás, intenté acercarme pero tanta gente acumulada y empujando por querer llegar a su sección no me dejaba, lo único que pude ver fue a una pequeña bolita tierna, con mejillas prominentes y un gran suéter azul cielo, lo amé al instante.

Por semanas estuve buscándolo, hasta que un día, mientras yo en mi hora libre iba hacia la biblioteca, lo ví, tan tierno como el primer día, leyendo uno de esos libros de pasta café, viejos, me senté a su lado y volví a intentar, acercarme a él y conocerlo.

Mientras más lo conocía más enamorado quedaba, era tan pequeño, tan tierno, tan honesto y maravilloso que fue inevitable no amarlo con locura, como dijo el abuelo.

Tuvimos citas y al final decidimos hacer lo que teníamos oficial, se quedaba en mi casa de vez en cuando, platicábamos hasta tarde y entre mimos y pequeños besos de mi parte se quedaba dormido en mis brazos, cada vez que pasaba yo no dormía, me encantaba verlo dormir, su respiración tranquila me llenaba de tanta calma que no podía siquiera cerrar los ojos y perderme de aquella hermosa vista.
Aunque él me regañara después por no dormir, yo seguía haciéndolo.

Me sentía la persona más afortunada en el mundo, porque me amaba tanto como yo lo hacía con él.