Para saber su historia, también necesitan un poco de contexto.
Cuando tenia 15 años mis papás me mandaron a estudiar a Estados Unidos, cosa que a mi me pareció una increíble idea, digo, podría mejorar mi nivel de ingles, tendría la oportunidad de conocer un lugar diferente a mi pequeño y aburrido pueblo, y por ultimo, yo quería hacer nuevos amigos, conocer otras personas y a otros chicos, que era en lo único que pensaba desde hace tiempo. Así que para lograr esto, mis papas hablaron con mi tía Mary, que vivía en California junto con sus tres hijos y mi tío, de quien se estaba divorciando. Los adultos de la casa conversaron y acordaron que esto seria una gran oportunidad para mi educación y crecimiento, así que sin pensarlo mucho, mi tía firmo los papeles que le daban el derecho legal sobre mi en Estados Unidos y en menos de un mes, yo estaba viajando a su casa para vivir con ellos durante un año.
Todo paso muy rápido, el proceso de empacar y dejar a mi familia y amigos fue tan corto que en realidad no me afecto, no dolió tanto como las personas creen; pero no podía dejar de pensar en el hecho de que en una semana entraría a clases, a una escuela que no conocía, donde no tenia amigos y donde no estaba acostumbrada a hablar el idioma. Durante la ultima semana que tuve para prepararme mentalmente y llenarme de valor para el regreso a clases, note que las dinámicas familiares en casa de mi tía eran diferentes a las mías y en ciertos momentos no podía creer que en realidad esas cosas estaban pasando. No entrare en detalles, porque es irrelevante para el punto al que quiero llegar, solo diré que todas esas dinámicas me hacían sentir lo suficientemente incomoda como para volverme una persona retraída y callada, que es lo contrario a mi. Yo entiendo que un divorcio no es fácil para nadie, pero al nunca haberlo experimentado en persona, no sabia que esperar; obviamente toda esa situación no me correspondía ni incumbía, pues era un asunto familiar que ellos debían resolver por su cuenta, pero dio la mala suerte que yo vivía bajo el mismo techo que esa familia que se estaba quebrando poco a poco, por lo tanto recurrí a encontrar una sensación de familia en la escuela y no estorbar en el camino de nadie en casa.
Por eso decidi audicionar para el equipo de baile , que forma parte de la banda de la escuela. Y así, mis días se volvieron felices cuando tuve algo que hacer, cuando conseguí amigos y cuando tuve una excusa para pasar la menor cantidad de tiempo en casa. Mi rutina diaria consistía mas que nada en salir muy temprano de mi casa, cargando mi mochila y mi bolsa de gimnasio, llena de ropa de baile y cosas que necesitaba para el entrenamiento; tomaba mis clases normales y las 4:20 que era la hora de salida, yo me iba al salón de la banda, donde el equipo se reunía para practicar durante dos horas y luego salíamos al campo de fútbol para ensayar con la banda, quienes tocaban la música que bailábamos. Cuando daban las siete, me iba a cenar a casa de mi mejor amiga July, una chica de Alemania que estaba en California por un intercambio, y ahí en su casa, me quedaba hasta las 9 de la noche; por ultimo, July me llevaba a mi casa y al llegar, me iba directamente a mi cuarto, así no tenia que ver a ninguno de mis tres primos, a mi tío que claramente no estaba contento con mi presencia o a mi tía, quien a pesar de siempre estar sonriendo, sufría internamente.
Cuando la temporada de fútbol americano empezó, tenia mucho que hacer durante el fin de semana, que eran los únicos días donde inevitablemente veía a mi familia, por ende fueron los mejores meses de mi vida, dada la situación. Todos los viernes en la tarde, teníamos que ir a diferentes ciudades para animar al equipo de fútbol de la escuela y presentar nuestro show, junto con la banda, durante el medio tiempo del partido; al día siguiente, el sábado, la banda tenia sus propias competencias contra bandas de otras escuelas fuera de la ciudad, entonces desde la mañana yo me iba con mi grupo de amigas, a diferentes partes de California para bailar junto con la banda; y como volvía tan noche los sábados, dormía hasta medio día los domingos, lo que significaba que tampoco vería a mi familia en todo el día. Yo estaba viviendo feliz, pero fue durante la ultima competencia de la temporada, donde conocí al idiota mas adorable del mundo, llamado Quentin.
ESTÁS LEYENDO
Sin sentimientos, solo faje
Non-FictionTodas estas historias son reales. Todas estas historias me pasaron a mi. Todas estas historias tienen algo en común; un chico, yo y un muy buen momento. Estas historias van desde mis primer beso, mi crush actual (todavía no me pela) y toda la hist...