Para Alejandra, recordar su pasado era uno de las pesadillas más horrorosas que jamás ni nunca le deseo a nadie. Y lo peor, su pasado la perseguía en su presente. Haciéndole ver que nada cambiaba porque el ahora de su vida era lo mismo que su ayer. No había diferencia más que ella en las diferentes etapas de su corta vida...
Era ella de niña siendo humillada, maltratada, golpeada y abusada.
Era ella de adolescente siendo, humillada, maltratada, golpeada y abusada.
Era ella en su ahora juventud siendo igualmente humillada, insultada, golpeada y abusada. Aún se sorprendía, que en sus cortos 18 años —viviendo todo lo que le había pasado— respirará el mismo aire que toda la humanidad, que su corazón no dejara de latir, que su pequeño cuerpo aguantara tanto.
¿Y de qué iba su futuro? Ciertamente ella no se veía en el futuro. Jamás pensaba en ello. El simple hecho de querer hacerlo la hacía sentir mucho coraje y ese sentimiento de impotencia que no soportaba en lo absoluto. ¿Acaso para esto ella había nacido? Para Alejandra no existía un futuro lleno de éxito, ni de oportunidades, ni de experimentar mucho menos de vivir ¡claro que no! Porque si lo que ella pasaba en su día a día era vivir, entonces ella ya no quería hacerlo, ¿para qué? No tenía sentido, ella no le hallaba sentido a su vida.
Mas sin embargo, en el rincón más, pero más profundo de su corazón, de su alma y de su ser. Alejandra —Como todo ser humano— tenía sueños, metas, anhelos y deseos. Que en algún momento quería poder cumplir...
Soñaba con una familia de verdad, que fuera real. Que salieran a pasear, a comer un helado. Hablar del clima. De cualquier tema. Sonreír sin tener que fingir hacerlo ¿Cuándo había sido la última vez que sonrió de manera sincera? Nunca; —en ella nunca se había visto una sonrisa sincera.—
Anhelaba ser esa persona que ayudará a más jóvenes en su horrorosa situación. De solo pensarlo se le estrujaba el corazón. Quizás si habían más en su misma circunstancia o quizás no o mucho, peor —eso era lo, peor para ella.— Pero quería aquello. Ese era su propósito, su meta.
Deseaba con todas sus fuerzas cambiar el rumbo en el que "predestinaba" ir su futuro.
Tenía el anhelo de ser libre, salir y vivir. ¡Vivir de verdad! Quería experimentar que era estar fuera de esas cuatro paredes que en todo momento la atormentaban, la frustraban y le hacían sentir vulnerable, humillada, sola, e impotente.
¿Has leído o escuchado la frase; "Todos en esta vida hemos nacido con un propósito"? de seguro que sí. Alejandra también.
Fue una ocasión, cuando esa mujer, llegó al lugar donde residían, -no le gustaba llamarlo casa u hogar porque para ella no lo era-tiró su bolso en la mesa y al hacerlo se le cayeron unos papeles —eran folletos, alguna persona que se le debió haber acercado para hablarle acerca de algo— Alejandra viendo que no se había percatado los escondió de inmediato —a esa mujer no le gustaba que ella viera televisión o que leyera, mucho menos que saliera de ese sitio que ella si llamaba casa,— y se fue al baño excusándose que haría sus necesidades.
Comenzó a leer. Primero el título, "Vida con Propósito" y fue ahí donde la leyó "todos en esta vida hemos nacido con un propósito...". No pudo seguir. La puerta se abrió de sopetón, y de forma que no vio venir, esa mujer le arrebató el folleto y la tomó por los cabellos hasta que la sacó de ahí a gritos. La aventó hacía el suelo con mucha fuerza
—Alejandra gimió de dolor,— y empezó a romper el folleto en pedazos muy pequeños y de forma exagerada los echo en una bolsa con agua y salió no sin antes advertirle que ese acto tendría graves consecuencias. Al salir se escuchó como ella le ponía seguro a la puerta. Alejandra dejó salir un grito de desesperación y desde luego de impotencia quería hacer algo ya no era una niña, ¿pero qué? ¿Qué debía hacer?, ¿regresar la agresión? No, le iría peor ; ¿Denunciarla?, ¿Escapar?...En una ocasión lo intento tenía 15 años, y en el proceso resulto con una mano fracturada, un labio roto y muchos azotes en todo su cuerpo —en el azote numero 23 dejo de contar, esa mujer le dio hasta que se cansó— tardo muchísimo tiempo en sanar. Claro en el proceso era maltratada e insultada a más no poder —mientras ella estuviera incapacitada. No podía tener nada con nadie, y aunque no era lo mejor, estaba bien así. Pero a esa mujer eso no le convenía, claro no—. Y esa no fue la única vez, pero las otras ocasiones no fueron menos dolorosas. Por lo que escapar ya no era una opción.
Pero esa frase, esa frase la mantenía pensando. ¿Todos en esta vida tenemos un propósito? Sonrió con ironía. Pero era una buena pregunta, si era así, ¿Por qué ella vivía ese infierno? No lo soportaba, ella siempre había creído que su nacimiento había sido producto de un error. De uno muy detestable, después de todo esa mujer se lo vivía repitiendo en todo momento. No perdía la oportunidad de decirle lo inútil, lo fea y despreciable que era.
Era por eso que pensaba que con ella habían hecho una excepción ¿cierto? No podía haber nacido para ser usada como un trapo sucio. No podía haber nacido para ser abusada. Para que violaran sus derechos. Y a ella literalmente. Se sentía un títere manejado por esa bruja —aunque se merecía ser llamada de muchas maneras y peores— uno muy insignificante; con un corazón; que tenía sentimientos...
Sin embargo Alejandra ya no encontraba salidas. Esa era su vida, y aunque deseara con todas sus fuerzas poder cambiarla. No era nada sencillo. —Algo debía pasar, algo tenia que sucederle— Su vida no podía ser más miserable.
Ella, sacaba todo su coraje, toda su frustración e impotencia en el llanto. Lloraba hasta que ya no parecía haber mas lagrimas en sus ojos—aunque cuando era mas pequeña aquello la calmaba un poco,— en ese tiempo de su vida parecía ya no funcionar, al contrario. Se sentía peor.
Pero ¿Qué más? Alejandra ya estaba cansada, fastidiada y harta de todo.
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Holaa! 💛
Perdón por la demora, pero he estado ocupada... Pero aquí esta el capítulo 1.
Esta historia no tendrá mas de 3 capítulos y aunque ya la tengo terminada (pues la escribí hace unos años) le estoy corrigiendo faltas de ortografía. Es muy especial para mi. Así que espero y les guste...Gracias por leer 💛🤗
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UN NUEVO COMIENZO...
Short StoryAlejandra es una joven de 19 años, -que en silencio ; vive de sueños, anhelos, metas por querer cumplir- viviendo una realidad dolorosa; teniendo momentos hirientes, injustos; momentos de impotencia. Sufriendo de un tema -que en todos los tiem...