Capítulo 1

823 47 5
                                    

Me senté por tercera vez en la orilla de la cama. Debía ponerme de pie e ir con Myungha pero, el cansancio estaba ganando esta ronda.

¡Vamos TN! Tú puedes hacerlo, ¡Vaaamooosss! Abre esos ojos.

— Cariño.

— Lo sé.

Con pereza dejé la cama y frío recorrió mi cuerpo, no es agradable repetir la rutina una y otra vez, pero ya es cuestión de costumbre. Además, es mi pequeña hija la que está llorando.

— TN...

— Lo sé Joshua, solo que no sé por dónde ir.

Al parecer, había tropezado con la pata de la mesa de noche, había sido doloroso y mis rodillas habían sufrido la peor parte.

— Maldición...

Sólo quería llorar ante mi torpeza, me sentía avergonzada pero a la vez confusa, ¿Que demonios había sucedido?

— ¿Estás bien? ¿Qué sucedió?

— De repente no pude ver nada. He tropezado con el mueble. Estoy bien.

— Quédate aquí, yo iré por Myungha.

Se sintió, como si todo fuera como hace un año atrás, cuando relamente no podía ver nada, cuando era ciega.

— ¿Te encuentras mejor? Lastimaste tus rodillas. Por suerte no hay sangre.

— Es lo de menos, estoy mejor. ¿Qué hora es?

— Tres con veinte de la madrugada, creo que deberíamos descansar un poco más.— puso a Myungha en medio de la cama y entró a la cama junto a ella— Ven a la cama.

— ¿Crees qué es normal lo que sucedió? No quiero que sea como antes— mis ojos se llenaron de lágrimas y Joshua me acarició la mejilla— No quiero perderme todo esto.

— Estarás bien. Solo debes estar cansada, eso no significa nada malo. ¿Si? Estarás bien, todos lo estaremos.— me regaló una sonrisa— Trata de dormir un poco, en unas horas estarás como siempre. Recuerda que tu madre vendrá al almuerzo, no hagas que se preocupe por ti.

— Esta bien, gracias.

— Te amo...

Un gran sentimiento de satisfacción me hizo sentir ese calor en el pecho, como la primera vez cuando pude ver como era él realmente, como cuando me di cuenta de que estaba enamorada de Joshua, como cada vez que me dice que me ama.

No le di una respuesta, cerré los ojos dispuesta a descansar. El silencio dice más que mil palabras, y más que un "También te amo" Joshua era capaz de entender eso, se había acostumbrado a eso, desde hace tres años, a punto del cuarto.

También te amo, Joshua.

Dejé salir un suspiro y llevé ambas manos a mi rostro. Fue raro el no despertar por el llanto de Myungha, este fue reemplazado por las últimas gotas de esta temporada.

Me senté en la cama y miré junto a mí, Joshua y nuestra hija no se encontraban junto a mí, quizás ambos se encuentran abajo preparando el desayuno.

— ¿Estará todo bien? Porque siento que no lo está.

Miré el espejo y vi me reflejo no había sucedido nada similar a lo de la madrugada, quizás Joshua tenía razón y se trataba solo de cansancio.

— ¿Qué hacen? Buenos días.

— Preparando el desayuno para mamá, ¿No es cierto pequeña?— besó mi mejilla— ¿Descansaste suficiente? No quise despertarte parecías disfrutar dormir un poco más de lo usual.

— Lo hice, gracias.

Comenzó a mecerla en sus brazos, una imagen de lo más tierna fue capturada por mis ojos. Sonreí al verlo feliz.

Me dejé caer en la silla, no podía quitarles los ojos de encima. Ambos, eran lo mejor que me había sucedido en la vida.

— Se durmió— apoyé mi cabeza en mi mano— Iré  ponerla en la cuna, tendremos tiempo de desayunar.

— ¿Sucede algo?

— No me imaginé en este lugar.— dejé salir una risa— Pero me gusta sentir esta sensación. Es agradable y hermoso a la vez tener una familia como la nuestra.

— Tuve suerte.— puso sus ojos sobre mí— Cuando sufres de alguna discapacidad, es difícil pensar en esto. Pero, de pronto mamá tuvo la maravillosa idea de buscar a alguien que me cuidara, y mira en dónde estamos ahora.

— ¿Y sabes que es lo mejor de todo lo que sucedió?— negué en su dirección— Que no me arrepiento de nada.

— Basta— reí nerviosa— Haces estas cosas en mí, mis mejillas están rojas. De seguro parezco, un tomate.

— No es cierto— me regaló una sonrisa—Es lo más tierno que puedes hacer.

— Estoy pensando que lo estás haciendo a propósito. Hong Joshua.

— Quizás tienes razón — lo miré incrédula mientras negaba, me encanta llevar este estilo de vida— Lo hago porque me encanta verte feliz.

— Pero hay otras formas de hacerme feliz.

Nuestros ojos se encontraron. Joshua se quedó en silencio, quizás buscando una respuesta no "pervertida" a lo que había dicho. Pero no lo había dicho con esa intención, solo con el hecho te tenerlos a ambos cerca de mi y pensar que es mi hermosa familia, ya soy feliz.

— Debe ser mi madre, iré yo.

— Traje ensalada, ¿Dónde está la pequeña?

— Hola para ti también mamá, yo estoy bien ¿Y tú? Me imagino que te encuentras bien. Si por favor, pasa. Eres bienvenida cuando seas en nuestra casa.

— Hija...

— Se supone que vendrías a pasar el rato con nosotros. Myungha está dormida y dudo mucho que despierte, fue una larga noche para ella y para nosotros también.

Me hice a un lado y la dejé pasar, pero hubo algo que me llamó la atención y me hizo salir de casa, logrando llamar la atención de mi madre.

— ¿TN..?

— No puede ser...

Llevé ambas manos a mi boca, y dejé salir un quejido. Sin importarme que la lluvia siguiera cayendo, corrí por el jardín y me lancé a sus brazos.

— Regresaste, ¡Regresaste!

— ¿Y olvidarme de que tengo una hermosa y pequeña sobrina? Ni loco.

— Te extrañé.

Escondí mi rostro en su cuello, y su risa, fue música para mis oídos. Había vuelto.

Vernon, había regresado.

— Y yo a ti. No te imaginas cuanto.

— ¡TN! ¡ATRAPARÁS UN RESFRIADO!

Mirada Especial [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora