Adrenalina

capitulo 3. el inicio de la crisis

Supongo que han visto la película Valiente de Disney, bueno pues yo me sentía, excepto que sin el arco, exactamente igual que Mérida: libre y capaz de olvidarme del mundo arriba de mi corcel.

Centinela y yo atravesamos unos cuantos sembradíos más hasta llegar a el riachuelo que esta sobre la loma. Ahí le quite las riendas y le bese el hocico.

-Nunca me decepcionas, amigo mío.

El relincho alegremente en respuesta y yo le acaricie el pelaje blanco que tenia entre los ojos.

Centinela es un semental de pura sangre negro completamente excepto por ese pelaje blanco que da la apariencia de que usa un antifaz. Fue un regalo cuando cumplí 14, en ese entonces yo estaba muy triste por la muerte de Fugaz mi caballo desde que tenia 6, Fugaz era totalmente café, no tenia nada en especial ni si quiera era pura sangre pero cuando mi papá decidió de que ya era hora de tener mi propio caballo, y me llevo a escoger uno.

Había un montón de ponis pura sangre de esos que constaban una millonaria, la cual mi padre estaría contentísimo de pagar pero al final de las caballerizas, estaba un caballo enorme para el tamaño de una niña de 6 años que relinchaba y pataleaba mucho. Yo pregunte que tenia y el dueño del lugar me explico que ese caballo perteneció a su capataz pero que este murió y como el caballo lo extrañaba no dejaba que nadie más lo montara, lo que le hacia daño por lo que tendría que sacrificarlo. Yo pregunte que significada eso y ellos con la mayor delicadeza posible le explicaron a una niña intentando no romper su pequeño corazón. Pero lo hicieron y llore, papá me calmo y me pregunto que caballo quería y yo señale al enorme caballo café que en ese momento le propicio una patada al pobre mozo de cuadra y lo mando a volar. Antes de que alguien pudiera detenerme corrí hacia él; cuando me vio bufo como '' ¿y tú qué?''. Mi mamá grito pero cuando se intento acercar el caballo le gruño. El animal y yo nos miramos, acerque mi mano a su hocico mientras mi madre sofocaba un grito. Lo acaricie mientras le susurraba al oído que mi abuela también había muerto recientemente y que eso me ponía triste. Después de un rato él nos sorprendió a todos cuando se inclino invitándome a montarlo. Mi madre dijo algo como ''-atrévete, y a parte del chingazo que te metas, yo te meto otro.'' Aun así lo hice pero no me caí, cabalgamos por los alrededores por un buen rato, cuando me baje mi padre me miro enojadísimo pensé que ese día recibiría mi primer golpe de su parte pero él suspiro y luego sonrió ''-Bien, nena. Creo que ya tenemos a tu caballo.''

Viví buenos momentos con Fugaz al igual que he vivido buenos momentos con Centinela, ambos llevan un lugar muy especial en mi corazón.

Por su peculiar característica, quise ponerle a Centinela un nombre de un héroe algo así como Zorro pero papá insistió que ponerle a un animal el nombre de otro animal es muy raro y yo conteste que entonces porque le puso a su caballo Mario. Él dijo que tenía un muy buen punto y que le pusiera como quisiera.

Antes de decidirme vi una película medieval y los ojos de mi nuevo caballo me recordaban a los del centinela que vigilaba el castillo, por lo que decía nombrarlo así.

¡Joder, que gran historia! Si, lo sé.

Pensaba en todo ello mientras estaba acostada sobre el tapete que deja ahí, dentro de una bolsa escondida entre la maleza.

Centinela también se había acostado después de haber tomado agua, así que yo seguí su ejemplo y cerré los ojos intentando hacer las paces con Morfeo.

...

Creo que lo logre, bueno por menos de 40 minutos pero sumando todas mis horas de sueño de esa noche me da como 5 horas con 15 minutos lo que para mis estándares de los últimos tiempos es aceptable.

Centinela y yo regresamos a las caballerizas por el camino más corto. En el camino nos encontramos a Don Porfirio y su hijo, Juan, de quince años sacando las vacas a pastear. Los salude y seguí mi camino.