No obtengo ninguna respuesta de él, le miro pero cuando voy a mirarle no está, comienzo a buscarla desesperada por la casa pero no está
Tras esto me despierto y me doy cuenta de que nada de eso ha ocurrido y que realmente estoy en mi casa, bueno en la casa que comparto con mi futuro marido
No sé por qué he tenido ese sueño pero no puede ser, mañana me caso con el hombre que lleva desde que llegué de Buenos Aires haciendome la mujer más feliz del mundo. No le puedo hacer eso ahora, salgo de la habitación, bajo las escaleras para ir a la cocina y me encuentro con todas las luces apagadas, todo el comedor iluminado con velas y la mesa preparada preciosa.
Según me acerco a la mesa, noto que unas manos me rodean la cintura y comienzan a darme besos por el cuello, me doy la vuelta y quedo frente a Luis, cuando por fin estoy frente a él y le miro a los ojos me entran unas ganas enormes de besarle hasta desgastar le así que sin pensarlo lo hago, además estos serán los últimos besos que le de como mi novio, a partir de mañana se los daré a mi marido.
Estoy tan concentrada besando le que no le dejo que se despegue de mi, necesito besarle y sentir le
Al final entre besos consigue decirme
- L: mi amor deberíamos cenar que tenemos la cena en la mesa
- V: y que te parece si en vez de cenar esa cenita que veo que has preparado, cenamos otra cosa (le digo con cierto tono pícaro)
- L: y que quieres cenar entonces??
- V: a ti
Cuando le digo eso, vuelvo a besarle y a la vez me subo encima de él, debido a esto el termian acorralado contra la pared, los besos cada vez son más y más intensos.
Yo sigo encima de él, le quito la camiseta y el me quita mi blusa lo que hace que quede mi sujetador al descubierto, poco a poco nos vamos separando de la pared para ir subiendo hacia nuestro cuarto. Por el camino nuestra ropa desaparece quedando repartida por toda la casa, cuando llegamos a la habitación solo tenemos la ropa interior pero no nos dura mucho, ya que yo soy la primera que tomo la iniciativa ante esta situación y hago que no nos quede nada de ropa a ninguno. Después de un buen rato haciéndolo de la manera más intensa que jamás lo hayamos hecho, terminamos agotados los dos recostados en la cama. Hemos disfrutado los dos pero me toca hacerle disfrutar, cuando termino él hace lo mismo conmigo, y así estuvimos hasta que ya decidimos bajar a comer algo para reponer fuerzas y cuando terminamos de cenar y recogimos todo, volvimos a ello hasta quedarnos dormidos abrazados y debl decir que es una de las sensaciones más lindas que he tenido.
Menos mal que el maquillaje hará milagros mañana porque sino 😂