El chico alto de GOT7 - Yugkook

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"¿Desde cuando tengo este sentimiento?
Convenciendome a mí mismo que es solo una imaginación
Me mantuve oculto de eso y profundo detrás de mí timidez
Escondiendo cualquier afecto".

¿Qué tan difícil puede ser salir con el chico alto de GOT7?

Se preguntó JungKook, e hizo una lista mental:
1. Todo el mundo los conoce.
(No podrían salir por ahí sin que millones de personas se enteren)
2. Es hombre.
(No es que a él le molestara, y creé que tampoco al contrario, pero el resto del mundo...)
3. Podría traer problemas.
(No estaba prohibido salir con otros compañeros, pero sus superiores preferían que no lo hicieran)
4. Es de otro grupo, otra compañía.
(Agendas diferentes, no se pueden ver todos los días)
Y por último, y la más importante de todas:
5. No sabe si le gusta.
(YuGyeom nunca parece demostrar otros sentimientos por él que no sean amistad)

Había más, muchas más razones por las que estar enamorado de ese chico era mala idea, pero eran las que se le venían a la mente en ese momento. Y en realidad no quería seguir pensando en eso. Tenía al chico frente a él y quería ponerle toda su atención.

Kim YuGyeom. Su mejor amigo.

—...Entonces YoungJae-hyung dijo, "BamBam, ayúdame a cargar a JaeBeom-hyung" —Dijo el peligris frente a él fingiendo una voz más grave, tratando de imitar a YoungJae, y ambos rieron.
—¿Tan borracho estaba? —Volvieron a reír—. Nos pasó algo similar a HoSeokie-hyung y a mí con JiMin-hyung. ¡El bebe todo el alcohol de un solo trago! —Reírse de sus mayores era de lo más divertido. Que bueno que ninguno estaba cerca, si no, algún golpe ya se hubieran llevado.
Llevaban horas hablando en un restaurante de confianza, sobre sus compañeros de grupos y sus experiencias, sobre sus viajes al rededor del mundo y sobre sus quejas hacia algunas compañías.

JungKook creía que podía hablar con YuGyeom incansablemente, aún si no había de qué hablar, simplemente estar con él le hacía feliz, lo llenaba de energía, pero también lo ponía nervioso. Pero sus nervios no eran por el simple hecho de estar junto a él, eso ya lo había superado hace tantos años, había tanta confianza que no había nervios por eso. Lo que lo ponía nervioso eran esos sentimientos, le aterraba pensar que podría darse cuenta.

No, definitivamente salir con él no estaba en consideración.
Porque había cosas más importantes que sus estúpidos sentimientos, como su amistad de años. Quizá solo estaba confundido, podría decir que hasta algo... caliente. Hace mucho tiempo que no salía con nadie y mucho menos tenía relaciones. Sí, solo era eso, en algún momento se le pasaría.

JungKook había vuelto a casa pasadas las doce. Casi todos los miembros estaban dormidos a excepción de TaeHyung y JiMin, quienes jugaban videojuegos en la habitación de al lado.
El castaño se dejó caer con los brazos abiertos sobre la cama y suspiró.
Felicidad. Eso sentía dentro de su pecho y fluyendo por todo su cuerpo. Y algo de cansancio tal vez.
—¡JungKookie! —No se tardó en escuchar la puerta abrirse y mostrar a un TaeHyung sonriente, y detrás de él un JiMin risueño.
—¿Cómo te fue hoy? —Preguntó TaeHyung después de que los dos pasaran y se sentaran a ambos lados del menor.
Tae soltó una risilla y JiMin lo golpeó imitandolo.
—¿Y a ustedes dos que le pasa?
—Agh, JungKook-ah, ¡TaeHyung es un tramposo!
—¡Claro que no! ¡Eres malo para ese tipo de juegos! —JiMin le dio otro golpesito.
—¿Qué jugaban?
—Mario Kart —Respondió el rubio menor.
—¿Tanto por ese juego? No es la gran cosa. Es fácil.
—¿Eh? ¿Facil? —Dijo de forma retadora TaeHyung.
—Vamos TaeHyung-ah —Rió JiMin—. Mejor no lo provoques que seguro nos da una paliza a ti y a mi.
—Tienes razón.
—Volvamos, te demostraré que sé jugar.
—Sí, claro. —Dijo sarcástico y salió de la habitación del menor. JiMin lo siguió y se detuvo en la puerta antes de cerrarla.
—Descansa Kookie —Y cerró su puerta.
—¡Buenas noches! —Escuchó gritar a TaeHyung antes de soltarse a carcajadas. Escuchó unos pasos acercarse y abrir la puerta donde los chicos seguían riendo y se quedaron callados.
—¿Podrían callarse? Casi es la una de mañana.
—Sí, HoSeok-hyung —Dijo JiMin, después una puerta cerrase y sus pasos alejándose.