This is the end ~JungKook & tú~ Tercera temporada.

9

Narra ____.

Hace dos días salí del hospital, y hoy, junto con Jungkook, vamos al trabajo. Se nota nervioso, no me ha dirigido la palabra desde que salí del hospital, y a nuestro hijo le está dando un poco de curiosidad por eso. Taeyang me preguntó si habíamos peleando, la respuesta que recibió fue: "Tranquilo hijo, papá solo está cansado, no te preocupes."

Llegamos a la oficina y salí del auto dando un portazo, lo cual me dolió bastante porque este es mi carro, no la camioneta de Jungkook; su minivan.

— ____. — al fin se dignó en hablarme. Volteé hacia él. — Cálmate ¿Sí? Tú misma se lo has dicho a nuestro hijo, estoy cansado.

— ¿De mí o del trabajo? — respondí secamente y entre.

Sé que hoy me despiden. Taehyung me dijo que para no levantar sospechas sobre que trabaje "por debajo del agua" lo hará. Llegué a mi oficina y leí una y otra vez los documentos. Recibí un mensaje, y el número no lo tengo registrado.

"Eres tan predecible.
Cuídate, no solamente voy por ti."

Sonreí, amo este tipo de mensajes, ellos son más predecibles, espero que la persona no sea tan lista. Jungkook entró a mi oficina.

— ¿Pasa algo? — negué. — ¿Por qué esa sonrisa?

— ¿Estás celoso?

— Eres mi esposa. — sentí las mariposas en mi estómago.

— Lo sé.

— Pareciera que no. — levanté la mirada y mis ojos fueron a sus ojos y después a sus labios. Esta serio. — Taehyung nos habla.

Y sin más, salió de mi oficina. Solté un suspiro de frustración. Me levanté de la silla y me dirigí a la oficina de Tae. Una vez adentro, me senté y Lalisa estaba a mi lado; Jungkook detrás de ella.

— Como ya saben, ___ ha sufrido un accidente estando en la investigación, así que por tu bien... — vaciló. Sé que no quiere despedirme, pero ambos sabemos que tiene que ser así. — Estás despedida. Recoge tus cosas, personalmente te llevaré a casa, junto con Jimin.

— ¿Por qué la despides? — salto Lalisa en mi defensa.

— Es por su bien. — esto lo dijo Taehyung mirando a Jungkook. — Ahora, yo estaré investigando con ustedes.

— Podemos protegerla. — volvió a hablar Lalisa.

— Ya ha hablado el jefe, Lisa. — ahora Jungkook habló. — Ella ya no va a trabajar aquí.

— Es injusto.

— No todo lo que pasa en esta vida es justo, Lalisa. — y con eso, salí de la oficina.

Tengo un deje de esperanza de que Jungkook salga tras de mí, pero me equivoqué, Jimin fue el que salió.

— ¿Estás segura? — asentí. — Yo te voy a proteger.

— Gracias, Jiminnie. —le sonreí. — Pero quiero que estés lo más lejos posible, si tengo que hacer algo, lo haré bien y no me daré por vencida, rendirme nunca fue una opción.

Entre a mi oficina y empecé a recoger todo lo que era de mi pertenencia. Sé lo que se viene, y me duele, pero ya no quiero ver que las personas sufren porque sus hijos o familiares han desaparecido y no saben su paradero. Tocaron la puerta y fui a abrir.

— Jungkook.

— ¿Puedo pasar? — asentí levemente e hice a un lado. — Siento que te despidieran, pero te quiero a salvo, y Taeyang también.

— Dime que me amas. — se sorprendió por eso.

— Te amo mucho. — salte a besarlo.

Sus manos se pasaron en mi cintura, mis manos se quedaron en su pecho. Fuimos retrocediendo hasta chocar con el escritorio, me sentó ahí.

— Jungkook. — dije entre besos.

— Shhh. — rozo sus labios con los míos. — Me preocupas, no quiero que les pase nada malo, te amo a ti y a mi hijo. — abrí los ojos e hicimos contacto visual. — Son todo lo que necesito.

Sonreí. Toda esta pequeña declaración me ha gustado, lo amo.

— También te amo Kookie.

Me sonrió de manera tierna y se separó de mí. Salió de la oficina y solté otro suspiro. Simplemente así será, a partir de ahora, Jungkook me querrá por momentos y en otros me podrá ver ni en pintura. Lo lamento, Jungkook, pero no me pondré a salvo... si me llega a pasar algo, dile a Taeyang que lo amo.

— ¿Lista? — preguntó Tae al verme salir de la oficina.

— Es obvio ¿No?

Yahora, empieza un viaje sin retorno.