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Adiós,
    Andrea Mikaelson.

Andrea.

Ajusté el bolso a mi hombro y evitando a todos los que se pusieran en mi camino, avance por el corredor hacia el edificio de los dormitorios.

Al abrir la puerta me encontre con Hope sentaba en el borde de su cama y me miraba con una expresión contrariada en su rostro — Andrea... No se, no se si pueda hacer esto sin ti. — Lo último lo dijo en un murmuro débil que de no ser por mi audición mejorada dudo haber podido escucharlo.

Sin decir nada deje caer el bolso a mis pies y me acerque a ella llevando mis manos a su cabello y solté la coleta que llevaba en lo alto de su cabeza para comenzar a cepillar su cabello que le llegaba hasta los hombros - con el cepillo que estaba a su costado -  — Sí podrás, eres Hope Mikaelson la mejor bruja que el mundo va a conocer y nada te va a asustar. — Susurré las palabras que un día papá le dijo y apreté mis labios con fuerza cuando escuche un sollozo, que acompañó a otro y a otro.

...

Todo va a cambiar pensé.

Suspire mientras veía el paisaje sombrío alumbrado únicamente por la luna, echando un último vistazo me dirigí a mi armario para comenzar a hacer las maletas, tenía que irme antes de algún estudiante o maestro me viera, nada podría interponerse en mi camino.

—¿Ya te vas? — La voz adormilada de Hope me trajo a la realidad y pegando un brincó la mire, no pude evitar sonreír. Estaba con su cabello desordenado, tallandose un ojo a la vez que el sueño iba de apoco dejando su rostro.

Asentí mientras cerraba la maleta — ¿Tienes todo listo? — Asintió, fue un movimiento casi imperceptible.

Con Hope llevábamos planeando todo esto por meses, que comenzó como una simple fantasía y hoy ocho meses después lo haríamos realidad.

»El plan era simple con ayuda de unos cuantos conjuros que hemos ido realizando hace unas semanas logramos que todos los Mikaelson estén en una misma ciudad, en la ciudad donde todo comenzó. Pero sin percatarse de la presencia del otro y así también hemos evitado - con ayuda de las gemelas - los estragos de que los cuatro estén reunidos.

Hoy me iría a Nueva Orleans mientras que Hope mantendría ocupada a mamá el tiempo necesario como para que no se de cuenta de que yo no estaba en la escuela, ni en la ciudad.

Esa era la parte fácil del plan. 

Rompí el silencio que se había formando en la habitación cuando cerré de una vez por toda la maleta y la dejé caer al suelo con un sonido sordo — Ya es hora — susurré y sentí a Hope acercarse a paso apresurado hacia mí.

— Te voy a extrañar taaanto.— murmuro a largando la 'a' era un habito infantil que nunca había dejado de lado, bese su frente con los sentimientos encontrados burbujeando en mi pecho, la sentí temblar levemente a la vez que me abrazaba con más fuerza— Encontraremos otro modo y pronto estaremos todos juntos, lo prometo hermana mayor.

Mis ojos se comenzaron a cristalizar sin poder evitarlo. — Así que por fin lo admites ¿Eh? — en un intento por tranquilizarla comencé a acariciar su espalda, subiendo y bajando la mano en un ritmo suave, pude apreciar su dulce risa.

Hope se separo de mí y sin decir nada se acerco a su mesita de noche y de ahí saco un sobre café — Aquí está tu boleto hacia Beacon Hills — me dijo mientras se acercaba a mí y nos obligaba a sentarnos en mi cama, estando frente a frente — Investigue sobre el pueblo y es tranquilo pero tienes que tener cuidado se han registrado ataques animales desde hace ya unos años comentó con un tono suave, estiro su mano con el sobre y lo tomé con seguridad ¿ataques animales? bueno, he vivido toda mi vida rodeada de seres sobrenaturales unos animales no me afectaran pensé — Aún puedes arrepentirte ¿Estas segura de esto, A?

Sonreí ante su apodo y asentí guardando el sobre en mi bolsillo— por supuesto, H solo quiero verte feliz — antes de que me dijera algo llevé mis dedos hacia sus labios, pidiéndole silencio y del bolsillo de mi chaqueta saque tres cartas con diferentes nombres en ella.

Hayley
Klaus
Freya

—Necesito que se las entregues — hablé luego de que Hope leyó los nombres — pero a la tía Freya sin que nadie se de cuenta ¿Entendio, H ?

Ella asintió apretando sus labios en una fina línea, y con ese gesto caí en la cuenta de que por muchísimo tiempo no vería sus berrinches ni modismos tan propios de ella y ese solo pensamiento me provoco una opresión en el pecho que me impedía respirar con facilidad y ella lo noto porque su rostro se desfiguró y un con sollozo ahogado me atrajo hacia sus brazos y ahí mi pequeña hermana y yo lloramos abrazadas con la luna como único testigo.

...

Frente a nosotras estaba el aeropuerto de Mystic Falls, dentro de dos horas mi vuelo hacia Nueva Orleans partirá. Mire a Hope a mi lado que se aferraba a mi mano como si su vida dependiera de ello — Entraré sola, hermanita. — Se giro a verme tan rápido que temí que se pudiera romper el cuello y fruncio el ceño, abrió la boca dispuesta a reclamarme pero la interrumpí — Sí vas conmigo será mas difícil para las dos, y lo sabes.

Gruñó por lo bajo y levante un dedo impidiéndole hablar — No no no, la única loba aquí soy yo así que nada de gruñidos, señorita — La comisura de sus labios se estiraron en una sonrisa tímida.

Abrí mis brazos hacia ella y sin dudarlo nos fundimos en un abrazo que encerraba todas palabras que no nos habíamos dicho, se separo de mi unos centímetros y beso dos de sus dedos y los puso ante mí, con una sonrisa imité su acción y juntamos nuestros dedos. —Adiós, Hope Mikaelson.

—Adiós, Andrea Mikaelson. — murmuro cuando me alejé de ella adentrándome al edificio frente a nosotras.

Mamá, Papá solo espero que entiendan nuestra decisión. pensé

Hope.

Abrí la puerta del dormitorio con cautela y la volví a cerrar de la misma forma, me apoye en ella y me deslice hasta que dar sentada, con un suspiro golpe con suavidad mi cabeza contra la puerta — ¿Te sientes culpable? — Me sobre salte en mi lugar al escuchar una voz, estaba todo oscuro así que aunque intentara no podría ver a nadie. Pero esa voz la reconocería en cualquier lugar...

Lizzie.

—¿Ya se fue?— volvió a hablar con amargura en su voz, no le respondí. — ¿Ni si quiera me responderás? — Silencio nuevamente — Patética.

En medio de la habitación como si de una lampara se tratara, en un segundo con un chasquido de desdos la habitación se iluminó, mostrando a Lizzie con su pijama y un rostro enojado.

— ¿Que quieres que te diga, eh?— Murmuré mirando el techo de la habitación.

— Eres como un pozo sin fin ¿Lo sabías? Andrea siempre tuvo que ponerte a tu primero porque Hope lo necesita, porque Hope no puede, pero Hope lo quiere. — me gruñó enojada y mi ceño se fruncio — Hope aquí, Hope allá y  ahora porqué estabas tan desesperada por ver a tu papá que estabas dispuesta a sacrificar a tu mamá, Andrea lo tuvo que hacer ¡Maldita seas, Hope Mikaelson!

Me levante de un salto y limpie mi jeans con tranquilidad, y la miré — Tu no sabes nada, Lizzie tu tienes a tus padres contigo. Nosotras no.

Me miro abriendo la boca en 'o' — ¿Y por eso tu hermana tiene que absorber un espíritu mas fuerte que todos los ancestros de Nueva Orleans?

Apreté los labios en una fina línea, sentía la rabia crecer en mi interior — Fuera de aquí ¡Vete! — grité dando un paso hacia ella.

Me miro con desdén desde su lugar,sin inmutarse — Nunca cambiaras, Hope Mikaelson. Tú serás la destrucción de tu hermana. — y con eso despareció.

Me deje caer de rodillas al suelo y un sollozo salió de mis labios Eso no podía ser cierto pensé No, no y ¡No!

»¡Primer capítulo!
 

× aclaraciones >> Habrán faltas de ortografías y tal vez errores en la puntuación, pero eso se editara cuando el libro se complete.

Otra Mikaelson [Liam Dunbar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora