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Lo volvería
hacer una y mil veces.

Andrea.

Respire con fuerza y con decisión salí del aeropuerto de Nueva Orleans, una descarga eléctrica recorrió mi cuerpo casi de manera imperceptible avisándome que el hechizo estaba latente en la ciudad.

ìmpireachd dùinte — Murmuré sintiendo el pequeño pero placentero cosquilleo en la punta de mis dedos al momento que realice el conjuro final.

Bueno familia ahora sí es hora de una reunión familiar.

Sin poder evitar la sonrisa en mis labios me adentre en las calles de la ciudad buscando la Mansión, todo estaba como lo recordaba, la musica, la alegría y simpática recorría las calles del lugar.

Luego de caminar y recorrer por unos minutos, frente a mí estaba la impotente Mansión de los Mikaelson, miré una vez más el emblema y respire con los nervios a flor de piel.

Gracias a Dios pensé cuando entré, luego de asegurarme de que ningún latido se escuchara en ninguna de las habitaciones, corriendo subí las escaleras y llegue a la habitación que años atrás compartía con Hope, estaba igual que hace años atrás, deje la maleta encima de la cama para sacar el famoso libro de hechizos de mi abuela.

Situaciones desesperadas, requieren medidas desesperadas pensé mientras buscaba entre las paginas el hechizo que necesitaba.

— Aquí estas...— Murmuré pasando los dedos por los trazos del circulo que resaltaba en la hoja, y sin dudarlo comencé a recitarlo — Bheir Athair, Màthair agus a Mhac iad thugam...

Apenas las palabras abandonaron mi boca sentí una punzada en mi estomago que me obligo inclinarme, apreté los dientes con fuerza ignorando el dolor y tome el libro entre mis brazos y baje rápido hacia la planta principal.

— Oir tha feum agam orra le mo thaobh an seo agus a-nis — seguí recitando a pesar del dolor en mi cuerpo, un quejido salió de mis labios cuando sentí un tirón en mi columna que me mantuvo quieta por unos segundos hasta que escuche unos gruñidos y gritos bastantes conocidos y la emoción y la adrenalina supero cualquier dolor que sentía...

Las puertas de la entrada se abrieron formando un sonido estruendoso en todo el lugar que luego fue roto por el gritó de mi padre -¡Si esto es obra de alguna de las brujas de esta maldita ciudad, les prometo qu-!

¿Andrea? — Mi tía Rebekah estaba a unos metros de mí con un su rostro desfigurado por la sorpresa, su murmulló opaco por completo las amenazas de mi padre, quien volteo a mirar con sus ojos abiertos de par en par — ¡Tienes que irte!

Aun con el tumulto de emociones juntas, recite — agus feumaidh mi iadsan air falbh — y sucedió segundos después aún con la mirada impresionada de mi padre y mi tía, por la puerta como si fueran arrastrados por una fuerza superior aparecieron el tío Elijah y el tío Kol, ambos con el desconcierto pintando su rostro.

Papá estaba mas adelante que todos sus hermanos a su izquierda unos metros más atrás estaba tía Rebekah, al lado derecho de papá - a la misma distancia de tía Rebekah- estaba el tío Kol y unos metros más atrás de él, el tío Elijah. Todos mirándome con consternación en sus rostros.

—¿Que esta sucediendo aquí? — El tío Elijah fue el primero en hablar y eso fue suficiente para que papá cambiara su rostro de sorprendido a uno enojado pero se podía distinguir la preocupación en sus ojos.

Otra Mikaelson [Liam Dunbar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora