Capítulo 8

545 37 0
                                    

Habían pasado más de diez minutos. El sonido de los estudiantes abandonando el gimnasio y dirigiéndose a la enfermería resonaba en los pasillos de la academia.

Genocida Shou había seguido esquivando los ataques de Oogami con sus extraños movimientos... Pero cuando Togami exclamó...

- ¡Alto ya, pervertida inaguantable! -

Genocida Shou paró de golpe.  

—¡Uy, uy, uy! ¡Que mi gafotas preferido me eche la culpa está provocando que mi faceta más masoquista se excite! Dicen que la línea que separa el sadismo y el masoquismo es fina, pero para mí es como un diagrama de Venn... ¡No puedo explicar con palabras estas ardientes olas de pasión que recorren mi cuerpo de la cabeza a los pies! - Mientras Shou acercaba a Togami, los demás la ataron con el cable de un micrófono del gimnasio y la encerraron en su habitación.

La mitad de ellos se quedó atrás para vigilarla, mientras que la otra mitad se puso a buscar por las diferentes zonas de la academia a Naegi y a Ikusaba.  

—... - Nada más abrir la puerta de la enfermería, Kirigiri vio un Monokuma inoperativo con un agujero en el pecho y los restos de una cámara de seguridad. Pero no era solo en la enfermería. En su camino hasta allí, los estudiantes se habían encontrado con varias cámaras destrozadas y un montón de cuerpos de Monokuma esparcidos. Aquello que era una clara violación de las reglas de la academia, pero si Ikusaba estaba aliada con Monokuma, esas reglas no le afectaban.

El Monokuma del gimnasio ya no se movía, por lo que los estudiantes habían perdido el contacto con el hacker, Besshiki Madarai… Por lo que los estudiantes supusieron que Madarai había tomado el control de otro Monokuma y se había ido en busca de Ikusaba por su cuenta.

Con eso en mente, Kirigiri se giró y miró el interior de la enfermería una vez más. Estaba demasiado silenciosa. Las camas estaban vacías, pero podía ver por las manchas de sangre que alguien había estado ahí hasta hacía un rato.  

—Tsk, parece que ya se han ido... - Apuntó Oowada, pero justo cuando estaba saliendo de allí, Kirigiri empezó a hablar.  

—Yo me quedaré aquí junto con Fujisaki para buscar pistas - Dijo.

—¿Eh? - Se sorprendió Fujisaki mientras se le abrían los ojos por la sorpresa — ¿Pistas...? - Preguntó.

—Sí, puede que haya pistas en los restos de Monokuma. Me imagino que tú eres la mejor candidata para investigar máquinas - Le dijo Kirigiri con un tono de voz tranquilo.

—Pero eso podría ser peligroso - Comentó Oogami.

Dado que Oogami podía arreglárselas por sí misma en un combate con Ikusaba, formaba parte del grupo que estaba investigando la academia.

—Lamento decir esto, pero si las cosas se salen de control, Fujisaki y yo seremos solo una carga para ti. Creo que es mejor buscar pistas aquí que estar contigo sin poder hacer nada. Además, quizá podamos usar los restos de Monokuma para detectar alguna señal de radio del mundo exterior - Kirigiri negó con la cabeza

—Mm... Te concedo la razón. Entendido. Estaremos explorando este piso durante un rato. Por favor, griten si pasa cualquier cosa - Les dijo Oogami y salió de la enfermería. 

—¿Cómo ha podido destruir a Monokuma de esta manera...? - Mientras Fujisaki contemplaba los restos de Monokuma con cuidado, Kirigiri empezó a buscar por la habitación.

Su atención se centró en una de las camas y empezó a investigarla concienzudamente. Un momento después, Kirigiri estaba satisfecha con lo que había encontrado, y suspiró antes de hablar.  

Danganronpa: Trigger Happy Havoc (Otra Historia Diferente)『Terminada』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora