No la toques a él / ella... [RivaMika]

Tu puedes romper mi alma

¡Hola! Así es, tenemos nueva historia después de enamorarme de una frasesilla hermosa, incluso hice un collage tomandola cómo base, espero le encuentren sentido y les guste el tipo de trama, que me costó pensarlo bastante.

Esta será una historia corta, así que espero les guste y la disfruten.

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El dolor de las entrañas por las heridas, le era insoportable, la sangre escurriendo por sus brazos mientras le ardía la piel fresca desgarrada, era la sensación más dolorosa, además del asqueroso olor fétido de la sangre pudriéndose, era toda una mierda.

Sólo llevaba un día en ese asqueroso lugar, pequeño y lleno de polvo, más que eso, sangre manchada en paredes y piso, cantidad de herramientas de tortura y la silla en la que estaba sentado, un foco sobre su cabeza, ni una ventana, la puerta de fierro y barrotes, frío y tinieblas, oscuridad y suciedad, eso era todo en aquella celda.

Soltó el aire tratando de reprimir los quejidos por el movimiento en sus brazos atados detrás de su espalda, sangrando por los desgarres en su fina piel, sus piernas fuertemente atadas a las patas de la silla, no había escape.

No imaginó que, ese día por la mañana, cuando se levantó tarde y salió corriendo directo a la oficina, teniendo la conferencia más larga de su vida, sin comer, llenando papeleo tras papeleo, se convertiría en su peor pesadilla, en el comienzo de un mundo lleno de torturas y dolor, gritos y reprimiendas con tal de tener algo a beneficio.

Protegerla a ella, la mujer de su vida.

Salió tan solo a fumar un cigarrillo, sabiendo que ella le había implorado dejar de hacerlo, el cansancio y la falta de hambre lo llevaron a la necesidad de fumarlo, se disculparía con ella después, miraba el cielo claramente despejado, dejando en evidencia la calidez del día sin ninguna tormenta, suspiró mientras soltaba el humo al aire que lo arrastraba en su camino, trató de relajar su mente pero recordó algo importante.

No había hablado con ella, ni siquiera le había contado del inicio de su "estupendo" día.

Sacó el celular de su saco, la buscó en su lista siendo la primera persona en aparecer, sonrió suavemente al mirar su foto de perfil, con una sonrisa y las mejillas suavemente teñidas por culpa del calor de la playa que habían visitado hace poco.

Se dedicó a pensar en que decirle, como relatarle su día y como rompió su promesa de no fumar, suspiró mientras tecleaba cosas sin sentido antes de escuchar un ruido estridente cercano, alzó la vista al divisar una extraña camioneta blanca estacionada sobre la acera de la calle, de ella, bajaron alrededor de 3 hombres, altos y fornidos, caminando a zancadas directo a donde él descansaba, se alarmó al instante.

—¿Levi Ackerman?— preguntó uno con la voz más seca parecida a un desierto—

—¿¡Qué quieren?!— preguntó indiferente descruzándose de brazos, por si acaso—

—¡Ven con nosotros— alardeó el segundo hombre ansioso—

—¿Y si me niego?— se estaba arriesgando demasiado—

—¡Te llevaremos a la mala!— anunció el tercero casi sobre él— ¿Tu respuesta?— insistió tomándolo del cuello de la camisa—

Bufó divertido, aquellos bravucones no eran nada para él, tomó su mano sin miedo y la apretó con fuerza hasta escuchar el crujido de ésta, seguida de un grito doliente, sonrió, los miró a los ojos de forma retadora, podía parecer un simple hombre de oficina, pero su pasado lo llevaba a ser algo más que eso.

—¡Te mataré!— alardeó siendo detenido por el más alto—

Éste, se acercó sin miedo al azabache, su mirada empoderante era de temerse, el azabache retrocedió a la par que el otro avanzaba, dispuesto a correr a la empresa y llamar a la policía, ¿porqué sabían su nombre? ¿quiénes eran?.