Caprichoso

Capítulo Único

—Soma, no creo que esto sea buena idea— Dijo un rubio con los ojos entrecerrados y los brazos cruzados.

—Takumi, llega un momento en toda relación en que se debe decir: "quiero que hagas esto conmigo"— Dijo el pelirrojo de ojos ambarinos, viéndolo con sus iris llenos de determinación desde el marco de la puerta.

—No creo que esta sea esa situación— Suspiró el italiano—. Es demasiada responsabilidad, con suerte si puedes cuidar de ti mismo.

—Estará bien, Takumi, mira sus ojos— Levantó al pequeño cachorrito que tenía en sus manos hasta dejarlo a la altura del contrario.

—¿Q-qué tienen sus ojos?— Preguntó dudoso, tratando de disimular la ternura que le causaba el cachorro, quien se dejaba levantar mansamente por el pelirrojo.

—Son celestes— Respondió con un brillo perspicaz como quien acaba de entregar la respuesta a todas las preguntas del universo.

Takumi enarcó una ceja, acercándose más al cachorro para verlo mejor, notando un leve halo azulado en sus iris, luego miró al más alto haciéndole un gesto para que se explique mejor.

—En otras palabras, tiene tus ojos, por lo que no me cabe duda de que sea el perro más inteligente de todos— Respondió con un brillo de completa certeza en los ojos, a lo que Takumi volvió a ver al cachorro, quien solo jadeaba y lo miraba con cariño.

—Llevamos casi cinco años siendo novios, Soma. No volveré a caer con tus halagos— Le dijo formando una mueca con los labios, ocultando la sonrisa que se había formado por sus palabras—. Además, estamos hablando de un perro, ¿recuerdas? No de una persona.

—Si prefieres un hijo yo no me hago problema— Sonrió burlón el pelirrojo.

Takumi sintió su rostro enrojecer, lo que solo acentuó la sonrisa del contrario.

—Ya hablamos de esto, nosotros no podemos tener hijos— Dijo volteando su rostro avergonzado.

—No me importaría hacerlo hasta que funcionara— Propuso Soma, a lo que Takumi lo volteó a ver escandalizado.

—¡Sabes que no estaba hablando en ese sentido!— Exclamó completamente rojo.

—Lo sé, lo sé— Rió el pelirrojo tratando de calmarlo— "Ambos estamos muy ocupados con nuestro trabajo", "el departamento es muy pequeño" y "estamos viajando constantemente"— Repitió las palabras que siempre escuchaba, lo que hizo que Takumi suspirara—. Un hijo está fuera de conversación...por ahora— Añadió, pero antes de que el rubio volviera a rebatirle, acercó el cachorro a su rostro, haciendo que éste le lamiera la mejilla— Pero una mascota es distinto.

Takumi se tocó la mejilla enternecido, sin embargo después negó con la cabeza.

—No es distinto, ¿quien lo cuidará mientras estamos en el restaurante?

—Yo me encargaré de convertirlo en un perro de bien y con un alto sentido de la responsabilidad, que pueda ser autosuficiente mientras nosotros no estamos— Respondió completamente convencido Soma.

—¿Qué hay de cuando tengamos que ir a Italia?— Takumi no cedería tan fácilmente, después de todo, el 90% de las veces terminaba cumpliendo con los caprichos de su novio, por lo que no dejaría que ese 10% se le escape de las manos.

—Podemos dejarlo con papá, aunque también podemos llevarlo con nosotros, estoy seguro que a Isami le encantará.

8%

—¿Qué hay de sus necesidades?

—Lo sacaré a pasear todas las mañanas y todas las noches sin falta.