Abrí los ojos, el sol que entraba por la ventana me encegueció haciendo que cerrara los ojos con fuerza y me tapara con la manta.
El despertador del celular seguía sonando así que me destape y lo apague, eran las 8:45pm. Mi madre entro a mi cuarto.
-Hija, ya cámbiate, en 30 minutos nos vamos.
Asentí con la cabeza sin decir nada, mi madre se fue y yo me levanté. Fui al baño, me lavé la cara, cepille mis dientes y me peine, volví a mi cuarto y me cambie.
Bajé y me dirigí a la cocina, estaba mi padre que me dedico una mirada vacía y mi hermana con su celular, nadie dijo nada, aunque no había nada que decir. Sobre la mesa había un té con una tostada con miel, como a mí me gustaba, me senté y tomé mi té y comí mis tostadas, mi madre apareció ya lista.
- ¿Están todos listos? - dijo con cara de nada.
- Si – respondieron mi hermana y mi padre. Me limite a asentir con la cabeza.
Me levante, deje las cosas de mi desayuno sobre la mesada y me dirigí al auto, seguida por mi padre y mi hermana.
El viaje no duro mucho.
Cuando llegamos había muchas personas, no me sorprendía, Ash siempre fue muy sociable y querida por todos, había profesores, alumnos, familiares, todos caminaban hacia la misma dirección. Parecían vacíos, yo me sentía así, ellos probablemente fingían, no digo que no se sintieran mal, pero vacíos lo dudo, vacía me sentía yo, algo me faltaba, alguien ya no estaba y no era cualquier persona, era ella, con la que había compartido toda mi vida, a la que le había contado todos mis secretos, mis pensamientos, mis sentimientos, nadie sentía lo que yo.
A lo lejos vi a Emma, ahora que lo pensaba ella también sentía algo parecido a lo mío, pero no tanto, era también mejor amiga de Ash, iban al mismo colegio, eran amigas desde hacía 10 años. Emma y yo también éramos buenas amigas, cuando me vio, camino hasta mí, tenía los ojos rojos y una lagrima le caía por la mejilla, cuando llego hasta donde estaba me abrazo y correspondí, sin decir nada, creo que ella entendía mi falta de palabras, terminamos el abrazo y apoyo su frente sobre la mía, mientras lloraba, le saqué la lagrima que le caía por la mejilla con mi pulgar, nos dimos un último abrazo corto y ella se fue con sus padres, hice lo mismo.
Cuando todos nos sentamos en las sillas blancas ubicadas en hileras aparecieron sus padres, los dos estaban llorando, el padre sostenía a su esposa, parecía estar a punto de caer, se acercaron hacia donde yo estaba, en la primera fila, al verme, empezaron a llorar, más de lo ya lloraban, me pare y los tres nos juntamos en un abrazo que no duro mucho ya que tenía que empezar la ceremonia. Llego una persona y empezó a hablar.
Desde que había pasado lo de Ash no había llorado, ni se me había escapado una lagrima, tampoco una palabra, me limitaba a mover la cabeza asintiendo o negando.
No tenía palabras para expresar lo que sentía, solo podía decir lo que ya dije, vacío, me sentía vacía, ya lo he repetido muchas veces, pero no encontraba otras palabras que describieran mejor como me sentía.
Cuando me di cuenta la ceremonia ya había terminado, nadie había pasado al frente a decir nada, algunos tenían mucho para decir, pero nadie tuvo la suficiente valentía para pasar al frente y yo menos.
Cuando termino me fui con mi familia que estaban unas sillas detrás mío, los padres de Ash me habían pedido que me sentara al frente de todo con ellos, era como su segunda hija y para mi eran mis segundos padres.
Caminaba junto a mi hermana, abrazadas, ella tampoco la estaba pasando bien, Ash era como su hermana mayor y la apreciaba mucho.
Recuerdo cuando Sophie tuvo su primer beso, ese día Emma y Ash se habían quedado a dormir y cuando Sophie volvió de una fiesta de cumpleaños estaba muy nerviosa y tenía los cachetes rojos.
- ¿Que pasa Soso? - (así le decíamos de cariño) le pregunto Ash.
- Nada – respondió ella tocándose la oreja.
- Estas mintiéndonos, va dinos que ha pasado –le dije entre risas.
- ¿Y cómo sabes que miento Sele?
- Te estas tocando la oreja, siempre que mientes te tocas la oreja y no me digas así – dije algo molesta, ella sabía que no me gustaba que me dijera Sele ni Selene.
- ¿Por qué la llamaste Sele? – dijo Emma confundida.
- Por los ojos – dijo mirándola.
- Sigo sin entender.
- Selene es la diosa griega de la luna, y para Soso, los ojos de Brooke son tan grandes y hermosos como una luna llena, aunque no del mismo color – se adelantó a decir Ashley.
- Tiene su sentido, tienes unos ojos hermosos – me dijo Emma, siempre me habían gustado mis ojos, sobre todo ese color azul grisáceo que tenían.
- Gracias, pero no nos vayamos de tema, dinos lo que paso – dije rápido y mirando a mi hermana.
- Bien, se los diré – parecía algo nerviosa – un chico me beso.
- ¿Queee? – dijo Ash emocionada y levantándose del piso de un salto.
- Mi hermana tiene novio, mi hermana tiene novio – dije cantándolo en tono chistoso. Emma rió.
- ¿Fue lindo? ¿el chico era lindo? – pregunto Ash emocionada.
- Si, él era muy lindo y fue muy tierno – luego de una pequeña pausa agrego – pero tengo sueño así que otro día lo hablamos, me voy a dormir.
Se despidió dándonos un beso en la mejilla a las tres, cuando se estaba yendo Ash le dijo algo que la tomó por sorpresa.
-Me alegro mucho por ti hermanita.
Soso se abalanzó sobre Ash, siempre la quiso como a una hermana, pero no sabía que ella también la tomaba como una...
Seguimos caminando hasta el auto, cuando llegamos dije mis primeras palabras en mucho tiempo.
- Caminare hasta casa.
Mi madre me miro sorprendida.
- De acuerdo, pero cuídate – asentí y me fui.
Comencé a caminar mientras escuchaba a Billie Eilish, me recordaba a Ash, decía que sus canciones quedaban perfectas para las escenas en cámara lenta de los adolescentes bailando y drogándose, nunca entendí a que se refería, pero no lo negaba.
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No me dejes~Selene
Teen FictionTras la muerte de su mejor amiga ocurrida en un tiroteo de su escuela, Brooke decide realizar lo que ellas siempre quisieron hacer, mientras ella realiza esta aventura conoce a un chico que cambiara la opinión de lo que es el amor. Pero, ¿quien mato...