No podía ser todo perfecto y nos agarro la lluvia, nos quedamos todos sentados en el living de la casa, acurrucados en los sillones.
― Juguemos a algo, me aburro ―dijo Sol yéndose a la cocina.
― ¿A qué queres jugar, mija? Quédate quieta ahí ―refunfuño David.
― Verdad o reto ―volvió a su lugar con una botella vacía en la mano― Por favor ―giró la botella y apuntó a Adam.
― ¿Verdad o reto? ―preguntó Sol.
― Verdad ―dijo seguro de su respuesta.
― ¿Cómo fue tu primera vez? ―preguntó con mirada desafiante.
― Uf. Fue a los 16 años con una chica que era vecina de un primo que tengo. Fui de vacaciones ahi y un día justo se habían ido todos, quedamos mi primo y yo solos, viene esta chica que no voy a decir el nombre y vimos una película porque era muy amiga de él. Después de un rato me fui al baño y entra ella al baño y cierra, ella era más grande, dos años ponele, y bueno. Pasó ahí en el baño. ―Todos empezamos a reírnos― ¿de qué se ríen?
― Nada, nada. Muy espontaneo todo, espero que se hayan cuidado. ―dije.
― Dijo que tomaba pastillas, igual no la vi nunca más porque mi primo se mudó y fue un quilombo de familia.
― Bueno, sigamos ―Dijo Adam y giró la botella―. Amber ¿verdad o reto?― Reto ―respondí poniendole onda al juego
― Hacele una declaración de amor a... Ben.
― ¿Qué? ―pregunté sin entender.
― No hace falta que sea verdad boba. Dale
― Ok, esta bien. ―me acerque a Ben y me quedé en cuclillas frente a él―. Es difícil esto. Ben, yo se que sos mi mejor amigo y te cuento todo, pero hay algo que no te dije... hace un tiempo me pasa algo y pensé que se me iba a pasar, pero no. Estoy enamorada de vos. ―se lo dije con la voz más sincera que tengo para que la actuación sea creíble y todos empezaron a aplaudir.
― ¡Wow! Ahora voy a dudar de si fue actuación o una declaración de amor verdadera ―rió Adam―. ¿vos no decis nada, Ben?
― Me la creí ―dijo y empezó a reír nervioso.
Seguimos jugando con preguntas incómodas y retos bizarros, pasamos toda la noche ahí y nos dormimos en los sillones. Cuando me desperté lo primero que vi fue a Ben, estaba en la ventana balcón fumando un cigarrillo, prendí uno y fui a hacerle compañía, rara vez fumaba yo y siempre era con él.
― Solo fumas cuando estás pensativo ―dije saliendo al balcón, él pareció no alarmarse por mi entrada.
― Es porque estoy pensativo ―afirmó sin apartar la vista del paisaje.
―Y, ¿puedo saber en que pensas? ―si hay algo que Ben hacia muy bien era no demostrar mucho sus emociones, mucho menos si eran negativas.
― Pienso en una chica que me gusta mucho ―pocas veces me hablaba de chicas que le gustaran― no se como decirle lo que me pasa. ― Sabes que no se dar consejos, pero te diria que le vayas de frente. ―Di una pitada a mi cigarrillo pensando―. Es lo que me gustaría que pasara en mi caso. ―Aclare.
― Eso me alegra ―tiró el cigarrillo consumido, me agarro de la nuca y me beso. Quedé inmóvil y al no recibir respuesta se alejó―. Perdon, perdoname. ―Dijo esquivando su vista de mi. Lo tiré hacia mi y lo bese, yo amaba a mi mejor amigo, pero como eso, como un amigo. En ese beso se despertaron pasiones que no conocía. Nuestras bocas se entendían tan bien, estábamos tan sincronizados. Me tomo con una mano por la cintura y la otra por la nuca, estábamos tan pegados, tan juntos, tan en nuestro mundo. De a poco ese beso se fue intensificando mis manos terminaron debajo de su remera acariciando su espalda y él me apretaba mas contra su cuerpo. Lo tuve que parar.
― ¿Qué estamos haciendo? ―pregunté alejándome.
― Yo te estaba besando y quiero seguir haciéndolo ―sonrió y me tomo las manos. A todo esto mi cigarrillo había desaparecido.
― Ben, nosotros somos amigos. No entiendo.
― Me gustas, hace bastante tiempo. No entiendo como no te das cuenta.
― Se van a despertar todos, vamos a hablar arriba. ―Fuimos a la habitación que compartimos y nos sentamos en el sofá en el que él dormía.
― Repito. No entiendo como no te das cuenta que me gustas hace bastante tiempo. Y el reto de anoche fue algo que me hizo pensar, sonó tan real. ―Agacho la cabeza, esquivo su mirada y prendió otro cigarrillo.
― Pero fue solo eso, un reto de un juego absurdo. ―me quedé mirando como sus nervios aumentaban, eran tan lindo cuando no se daba cuenta, cuando no intentaba serlo― No puedo negar que fue hermoso besarte que me movió el piso, eso si. ―Me miró de una forma tan dulce, este un Ben que no conocía más allá de conocer todo de él.
― Siento que con vos me pasa algo distinto... ―le dio una pitada a su cigarrillo sin despegar su mirada de mis ojos―. ¿Cómo podes ser tan linda? ―apagó el cigarrillo y lo dejó en el cenicero, me miró y en ese momento sentí que el mundo se había parado, no quería nada más en este momento que quedarme así. observandolo, viendo sus facciones, nunca lo había visto de esta forma. Me sentía en paz. Nos abrazamos, un abrazo con él, de la forma que sea, siempre era necesario y cuando me dí cuenta estaba acostada con él encima mío.
― Quiero besarte ―dije con mi mano en su nuca acercandolo a mi.
Él se inclinó hacia mí y me beso con suavidad, solo me deje llevar. Sentí un hormigueo en todo mi cuerpo, sus labios y los míos estaban sincronizados a la perfección. Nunca me imaginé tener tanta atracción, tanta química con alguien durante un beso.
―¿Por qué me haces esto? ―se apartó de mí tomando distancia.
― ¿Hacerte qué? ―pregunté intententando entender.
― Esto. Besarme. Sé que no sientes lo mismo, ¿para qué crear falsas esperanzas?
― Yo no estoy haciendo nada, me estoy dejando llevar. Nada más.
― ¿Por qué sos así, tan impulsiva, tan espontánea?
Estábamos en silencio, tratando de entender lo que había pasado, lo que sentíamos, yo estaba tratando de entender lo que sentía.
― ¿Ben, Amber, están ahí? ―era Sol golpeando la puerta y rompiendo nuestra paz.
― Si, ya bajamos. ―contestó él.
Después del beso en la habitación no volvimos a tocar el tema, era incomodo estar solos. Ya lo veía distinto, me sentía rara y también sentía cómo los demás notaban la tensión.Todos nos preguntaban si había pasado algo entre nosotros, siempre tan juntos, tan amigo que estar distantes ahora era raro. Ambos negamos todo.
― No sé qué les pasa a ustedes, pero bueno. ―David nos conocía a la perfección y sé que algo sabía―. ¿Qué les parece si esta noche hacemos un fogón?
― ¡Si! ―gritamos todos unísono.
Estuvimos todo el día planeando cómo iba a ser el fogón, realmente estar de alguna manera mal con Ben me dejo sin ganas de nada. Él es una persona muy importante para mi y no quiero que por una confusión, o lo que sea que fue, haga que nuestra amistad se termine.
― ¡Eu! Amber, te estoy hablando. ―Maxi me sacó de mi burbuja― Vamos a ir a comprar unas cosas con Sol y Thomas ¿venis?
― No, vayan nomas. ¿Los demás?
― Ben, David y Adam están arriba en el cuarto, creo.
― Estas muy rara ¿pasó algo con mi primo? ―Thomas y Ben eran primos, como hermanos, pero ni él lo conocía como para saber qué pasaba.
― No pasa nada, estoy bien. Vayan. ―contesté fingiendo una sonrisa―.
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Desde siempre
Teen FictionA veces el amor más sincero, las pasiones más intensa y la química se enconde en amigos.