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Tenía ojos oscuros, labios muy rosados, una de sus cejas tenía un grabado extraño y su rostro formaba una "V" perfecta, pero eso no le quitaba lo apuesto.
Quedé embobada viéndolo, era mucho más alto que yo, vestía una hoodie negra y llevaba la capucha por encima de la cabeza, emitía un aura oscuro e intimidante, pero no parecía una mala persona.
—¡Oiga, alto ahí!— un grito interrumpió el escaneo que le hacía al más alto.
Antes de girar para ver que sucedía vi que aquel chico salía corriendo del lugar sin antes dedicarme una media sonrisa. Me sobresaltó ya que dos guardias pasaron frente a mis narices como si se les escapara el diablo.
«Así que me equivoqué»
Siempre juzgaba mal a las personas, no debería de sorprenderme, pero guardo cierta esperanza de que no resulten peor de lo que esperaba.
Volví con Yoona y le conté mi pequeña aventura, como siempre ella exageraba todo y decía que era cosa del destino, vaya tontería.
🍒
Es viernes. Hace demasiado frío y esta chaqueta no me abriga lo suficiente, se veía tan bonita en la tienda pero eso no compensaba mi pesar.
Llevo media hora esperando a que Minho llegue al lugar acordado.
Una hora.
Son las 7:35 p.m, si no llega en 5 minutos más, me voy.
🍒
Nunca llegó.
Era de esperarse. «Injae imbécil».
Siempre me sucede esto, ya ni debería sorprenderme. Pero duele, duele ser tan estúpida, como pude creer que en realidad tendría oportunidad alguna con un chico como él.
Recogí los pedazos restantes de mi autoestima y los quemé para alimentar las llamas de ira que me consumían. Quería jugar conmigo, bien, pero no le iba a ser fácil.
Caminaba por las calles de la ciudad empujando a todo aquel que me chocara, lo lamentaba por las púas de la chaqueta, pero estaba furiosa, con Minho, conmigo misma, y con todo el puto mundo.
A lo lejos oí mi nombre.
—INNN JJJAAAAAEEEEEEE—
«Por Dios, quién ray-». Al instante siento que me abrazan desde atrás tapando mis ojos.
—Suéltame hijo de tu santa madre— Tony sabía que odiaba eso. —Ay pero que amargada— Resopló retirando sus manos de mi rostro. —¿Qué haces tan sola por aquí? No es uno de tus lugares habituales— Dijo eso y miré a mi alrededor. De cierta manera había llegado al barrio que suelen frecuentar los "hiphop lovers" o amantes del rap y toda esa movida. Es cierto que no era mi zona ni de lejos, pero poco me importaba ahora.
—Ah, no me di cuenta— Espeté.
—InnnJaaaeeeee, tú no eres así, ¿pasó algo verdad?— También odiaba que me conociera tan bien. —No-No quiero hablar de eso ahora— Murmuré sin ánimos. —Bien, sé de algo que tal vez ayude un poco—. Lo miré sospechosa. —Así es una batalla de gallos—. «Oh no».
—Bebé, sé que dije que algunas canciones me parecían geniales, pero eso no signifi—
—Vamos dale una oportunidad, puede que hasta lo disfrutes—. Si me cortaba la palabra una vez más juro que le daría un zape. —Está bien—.
🎀
A pocos metros del lugar se podía ver una fila enorme. Sabía que esto era popular, aunque las anteriores veces que vine obligada por Tony, no se comparaba a nada ahora.
—¿Por qué hay tanta gente? ¿Acaso viene algún famoso?— pregunté con interés real. —Algo así, ChangBin es una leyenda en este lugar, es como si escupiera fuego cuando rapea—.
«Debe de ser bastante bueno como para que Tony lo alabe». Pensé
Y sin más el chico apuesto que vi escapar de dos guardias ayer en el centro comercial estaba aquí rapeando frente a una InJae boquiabierta.
