Esta historia está basada en hechos reales.
Me gustaría ser libre, como un pájaro al emprender su viaje. Tener la belleza de un tulipán en primavera, que mi alma sea de mil colores como la aurora y el atardecer no me detenga.
Valiente como un sabueso en busca de la verdad, tremendamente fuerte como personajes heroicos ficticios, ser totalmente yo…ser autentica como lo soy yo, perfectamente yo y como yo nadie.
La histérica Alana no logra intimidarme, ha hecho todas las cosas posibles para que le ruegue por misericordia como lo hace con mil chicas de la universidad, pero yo no soy ellas, yo si tengo valor.
Todos le temen a los Castillos incluso más que a los Afrodakis que son los legítimos dueños de la universidad, ¿La razón? Los Castillos humillan a todo el que por su frente pase incluso más si es un becado, si, ¡Cómo si fuese una jodida película de esas que pasan en Disney! Algo típico, pero les puedo asegurar que esto es real, solo hay una diferencia de Disney a UTAC ¿Cuál? Si Alana cree que me verá humillarme o verme bajar mi cabeza está muy equivocada, nunca seré como esas bobas que parecen no tener ni una pizca de valentía, ella me molestara pero mantengo mi orgullo.
¡Ah, lo olvidaba! Otra de las cosas que pasa en Disney y aquí no es… ¡El amor verdadero!
Lo más pendejo que he escuchado en mi vida, después claro de ¡El amor a primera vista! Si algún tío alguna vez en su vida viene a decirme que se enamoró de mi a primera vista lo golpearé tan fuerte en las bolas que su descendencia no procederá nunca, es que ¿Es lo más ‘’romántico’’ ingenioso u inteligente que puede decir?
Bueno creo que me desvié del tema principal Alana Castillos, ¿Por qué hablamos de esa perra?
Bueno porque justo hoy empiezo el semestre en la bendita universidad y tengo que verle la cara a esa perra que no para de molestarme.
Ya estaba en mi infierno, todo por decir que soy becada, ¿Por qué por esa ridiculez les gusta atacar gente?
Eran las 6 am, había llegado temprano pues quede verme con Candy y Rossi teníamos semanas sin hablarnos y queríamos ponernos al día pues no concordábamos en nuestras clases.
Compre un Nestea y procedí a tomarlo, pero como siempre mi recibimiento fue más rápido.
¿A que me refiero?
— ¿Qué hay bambi?
Si darme tiempo de contestar le dio con el dorso de sus manos al vaso de donde bebía ocasionando que me mojara por completo, mire hacia los lados molesta, no entendía como todos podían hacer lo que Alana quisiera, bien sin muros en la costa, la escuela estaba muy poco concurrida y no creo que el director anduviese cerca.
Corrí a la pelinegra de nombre María y la hale por el cabello con fuerza tumbándola al suelo, puse mi pie en su estomago presionándolo y mirándola con furia, esta empezaba a tenerme miedo mientras yo solo quería reír por su cara de espanto.
—Vuelve a meterte conmigo perra, y verás…agradece que no tenía una tijera, pero a la próxima me aseguraré de tenerla y… ¡Adiós pelo!
Ella me miró con terror, yo acomode mi bolso y tendí mi mano hacia ella, ella la tomo y yo la solté frunciendo el ceño.
— ¿Qué mierda haces? –gruñí-.
Ella me miró confundida.
— ¿No ibas a ayudarme?
— ¡Eso creíste! ¿Por qué te ayudaría? Estoy diciendo que me pagues mi Nestea, soy becada ¿Recuerdas? No tengo dinero.
Ella me miró ciertamente ofendida, sacó su monedero rosa y me dio el dinero.
Las aburridas clases habían comenzado y yo no sabía si llorar o reír porque no había llegado el profesor de matemáticas ¿Por qué? Pues ya lo saben…Alana.
¡Gracias al cielo (no exagero) no la había visto en todo el día! Lo más raro es que todo el mundo estaba extrañamente feliz por algún motivo que no sabía, dado que no me había reunido con mis amigos no tenía ni la menor idea de lo que pasaba y bueno si, no hablo con mas nadie que no sean ellos, los becados, no es que sea antisocial, nunca lo he sido, tampoco soy la más popular pero suelo llevarme bien con la gente, excepto en el infierno.
Los chicos alzaron la mano cuando me vieron y yo camine hasta ellos hasta que escuche la voz chillona de mi pesadilla.
— ¡Hola a todos, chicos y plebeyos! –Chilló feliz, yo solo gire los ojos-.
— ¿Por qué tanto escándalo? –Pregunté a los chicos al llegar a la mesa-.
—Al fin vamos a conocer a los Afrodakis, siéntate –dijo Rossi-.
Yo me senté y mire donde estaba Alana, ciertamente tenía curiosidad, ellos eran los dueños de la universidad y no estudiaban aquí bueno si estudiaban algunas Afrodakis pero los principales no, algunos decían que estudiaban en Grecia, ya que eran griegos pero nadie sabía con exactitud.
— ¡Aquí están los Afrodakis!
Todo el mundo comenzó a aplaudir y yo fruncí el ceño, todos se veían confundidos porque según decían eran 6 y al escenario solo entraron 3 unas gemelas y otra rubia muy alta.
—Estas son, Vania, Helena y Christina Afrodakis ¿Dónde están las otras, y MI prometido? –aprovecho para recalcar-.
—No querían recibimientos.
Yo me levanté, me había aburrido de las estupideces de Alana pero, sin querer arroje un poco de mi coca-cola en la blusa rosa de alguien, alce la mirada y vi a una preciosa chica delante de mí, no me miraba con reprobación como todos lo hacían a pesar de lo que le había hecho.
—Tonta…-susurró-.
Hable antes.
— ¡¿Qué le has hecho?! –Chilló Alana a mi oído-.
La mirada de la preciosa rubia no estuvo en mi cuando dijo lo de tonta ¿Había llamado así a Alana?
— ¡Siempre queriendo llamar la atención Cassandra! –Volvió a quejarse mientras limpiaba con una servilleta la camisa de la chica-.
¿Alana lamiendo botas? ¡En definitiva ella tenía que ser una Afrodakis! Y yo de tonta arroje coca-cola en su camisa, bueno, el bullying sería peor.
—Un burro llamando a un conejo orejón –dijo con su tono griego en un susurro-
Me sorprendí bastante con el dicho, ella se veía tan fina, incluso su voz lo era.
Alana solo siguió hablando de donde estaba su prometido, supongo que huyendo creo que ni sus padres la soportan.
Al fin terminaron las clases y gracias a Dios mi padre me vino a buscar temprano.
La de la imagen es Cassandra.
¡Gracias por leer!♥